Ryan Reynolds, conocido por su destacada carrera cinematográfica, compartió una de las peores experiencias de su profesión durante una audición para los hermanos Coen. En una conversación con Taraji P. Henson, el actor relató cómo ese intento por un papel puso en riesgo su confianza y trayectoria en Hollywood.
Detrás de cámaras con los hermanos Coen
La situación ocurrió antes del estreno de su película ¡Salve, César! en 2016. Aunque Reynolds no mencionó explícitamente el título del proyecto, se deduce que podría ser Inside Llewyn Davis, de 2013. Durante la charla, describió cómo los Coen, famosos por su minuciosidad y exigencia artística, parecieron desconcertados por su actuación. Llegaron a cuestionar si pertenecía al sindicato de actores de Hollywood, una reacción inesperada que hizo al intérprete dudar de su lugar en la industria.
"Audicionar para los Coen es una experiencia que no se olvida fácilmente", explicó Reynolds. "Son extremadamente refinados, y en ese momento sentí claramente que no estaba a la altura".
Al abordar otro recuerdo incómodo, Reynolds mencionó con humor su peor audición, donde tuvo que cantar y, según admitió, lo hizo muy mal. Aunque en la privacidad del baño se imaginaba como una futura estrella musical, frente a los jueces su voz perdió todo encanto. "Fue tan desastroso que mi única preocupación era que nadie encontrara esa grabación", admitió, reflexionando sobre una carrera llena de altibajos.
Taraji P. Henson, quien escuchaba sus confesiones, también compartió su experiencia al audicionar para el papel de Olivia Pope en Scandal, un rol que finalmente interpretó Kerry Washington. "A veces solo necesitas reconocer que otra persona es la indicada para ciertos papeles", comentó.
Un tropiezo no es caída
La trayectoria de Reynolds muestra cómo experiencias difíciles impulsaron un ascenso notable. A pesar de esos momentos de incertidumbre, su presencia en pantalla se consolidó, especialmente con personajes impactantes como Wade Wilson en la saga de Deadpool. Fue clave que reconociera no solo su capacidad como actor, sino también su talento como showman, cuya habilidad para conectar con la audiencia trasciende lo habitual.
En medio de la reflexión, el actor expresó gratitud por no haber llegado a un punto irreversible. "Tengo suerte porque, a pesar de esa mala racha, he logrado adaptarme y crecer", señaló. Con éxitos significativos, Reynolds enfrenta cada nuevo desafío con la misma resiliencia que le permitió superar sus primeros tropiezos y seguir conectando con fans en todo el mundo.
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