La Casa Gris se ganó un rechazo contundente por parte de la docencia santafesina contra su propuesta de mejora salarial que presentó el lunes en la mesa paritaria. Tanto Amsafé como Sadop –los sindicatos mayoritarios de la educación provincial– impugnaron de plano el aumento ofrecido de 7 por ciento, dividido en seis cuotas, para el segundo semestre del año. En el caso de los y las docentes de enseñanza pública, el "no" fue unánime: 20.765 votos contra ninguno que hubiera aceptado la oferta gubernamental.
No obstante, la política de la gestión Pullaro de castigar a quien ejerza el derecho de huelga con el descuento del día de paro hizo mella finalmente en los trabajadores de las aulas. Es que la moción que prevaleció fue la del rechazo pero sin medidas de fuerza. Las clases, en resumen, continuarán los próximos días con normalidad, tal como quiere el Ministerio de Educación. Y los docentes realizarán movilizaciones de protesta, a la espera de un llamado inmediato a la renegociación y la formulación de una nueva propuesta de mejora salarial.
"La resolución de la asamblea provincial es rechazar la propuesta paritaria, exigir al gobierno provincial una nueva convocatoria, y en esa paritaria no tiene que haber imposición alguna, debe haber una propuesta que mejore condiciones laborales, salariales, previsionales, y discutir cuestiones pedagógicas. No hubo ninguna moción de aceptar la propuesta, todos y todas la consideraron insuficiente", señaló Rodrigo Alonso, secretario general de Amsafé.
La docencia del nivel privado de enseñanza, agremiada en Sadop, también rechazó con contundencia la propuesta, en un 90%. "Es una oportunidad para que el gobierno provincial mejore la propuesta salarial con los alumnos en las aulas, tal como lo expresó en muchas oportunidades", expresó el secretario general de Sadop, Martín Lucero.
La posición de Amsafé consiste en habilitar acciones gremiales en cada seccional de la provincia, y tres concentraciones sobre temas puntuales: el miércoles 20 se manifestarán frente a la sede de Iapos para denunciar la situación de la obra social; luego el miércoles 27 harán lo mismo frente a la Caja de Jubilaciones, para exigir que se cumpla el pago del 82 por ciento del sueldo, y que los y las jubiladas del sector cobren los aumentos salariales en simultáneo con los activos y no con un diferimiento de 60 días, como ocurre hoy, desde que la Legislatura le aprobó a Pullaro su reforma del régimen previsional. En tercer lugar, el 3 de setiembre Amsafé organizará una marcha de antorchas en distintas seccionales para hacer visible su reclamo sobre la situación salarial, y no dejar caer el tema de la agenda pública provincial.
Alonso habló ayer en rueda de prensa, una vez que concluyó la asamblea general con el elocuente resultado de la votación de afiliados: 100% de los casi 21.000 docentes que participaron rechazaron la oferta del Ejecutivo. La misma oferta que en la paritaria estatal aceptó Upcn (por 52 a 48 por ciento de sus afiliados) y rechazó ATE. También la misma que se impuso al sector de salud pública, pero cuyas organizaciones gremiales aún no se pronunciaron.
"Semejante rechazo tiene implícito lo que perdimos en el primer semestre, en el 2024, la deuda de 2023, y cómo a los jubilados les pagan a los 60 días por lo que terminarán de percibir este incremento en marzo de 2026", puso en contexto el titular de Amsafé.
Según estimaciones gremiales, el sueldo docente perdió este año un 30 por ciento de poder de compra, sumado a la quita del Fondo de Incentivo Docente que suprimió el gobierno central.
La propuesta, ahora rechazada, incluye una suba salarial del 1,5 % en julio, 1,5 % en agosto y 1 % en septiembre, octubre, noviembre y diciembre. El aumento no podría ser inferior a 40 mil pesos de julio a septiembre, ni a 70 mil a partir de octubre.
Para Alonso, los propios negociadores del Ejecutivo –Fabian Bastia, Pablo Olivares y Roald Báscolo– mostraron la hilacha: "Con esos 40 mil pesos, un maestro cobraría $818.000: o sea, debajo de la línea de pobreza, arañando la de indigencia", cotejó el gremialista. Y también confronó el 1,9% de inflación que midió el Indec en julio, con el aumento ofrecido a ese mes: 1,5%.
"Esto es ajuste salarial, señores. Eso es lo que está haciendo el gobierno. Por eso ha sido este rechazo contundente", relacionó.
Consultado sobre la ausencia de mociones que propusieran realizar alguna jornada de paro, Alonso dijo que "la asamblea provincial no evaluó llevar adelante medidas de acción directa, pero sí se faculta al plenario de seccionales y a la comisión directiva a darle continuidad al plan de lucha si el gobierno no nos convoca en lo inmediato".
"El gobierno debe empezar a dialogar, presentar una propuesta para la que sí tiene recursos. Santa Fe es una provincia rica, lo que tiene es concentración económica, y lo que debe hacer Pullaro es redistribuir la riqueza", concluyó.