El reloj de la política santafesina marcó la medianoche de este domingo un punto de inflexión. El cierre de listas para las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, en las que se renovarán nueve de las 19 bancas que la provincia tiene en la Cámara de Diputados, dejó un mapa político que refleja con nitidez la correlación de fuerzas: el oficialismo de Maximiliano Pullaro mostró disciplina interna y una foto de unidad; el peronismo transitó una jornada de negociaciones frenéticas que evitó, casi sobre la hora, una fractura que parecía inevitable; La Libertad Avanza cerró con una nómina de bajo perfil, confiada en el arrastre que pueda generar Javier Milei; y las expresiones progresistas e izquierdistas lograron instalar candidaturas con identidad propia.

Pullaro y la arquitectura de poder oficialista

El frente Provincias Unidas, brazo electoral del gobierno provincial, fue el primero en presentar su lista. El orden no fue un detalle menor: la boleta resume el pacto de gobernabilidad que sostiene a Pullaro desde diciembre pasado y que ahora se proyecta al Congreso nacional.

La nómina estará encabezada por la vicegobernadora Gisela Scaglia (PRO), seguida por el ex presidente de la Cámara de Diputados provincial, Pablo Farías (PS), la radical Melina Giorgi, y Rogelio Biazzi, dirigente de confianza del intendente rosarino Pablo Javkin. En quinto lugar, aparece Natalia Corona, de la Democracia Progresista. El resto de la lista se completa con representantes del GEN, Encuentro Republicano Federal, UNO, Hacemos y Tercera Posición.

La foto del oficialismo sintetiza el delicado equilibrio de fuerzas entre PRO, UCR y socialismo, y exhibe una cohesión que contrasta con el desconcierto opositor. Pullaro buscará capitalizar esa unidad para consolidarse como uno de los gobernadores de peso de la liga que se referencia en la disputa con Milei.

Peronismo: la unidad agónica que evitó la fractura

Del otro lado del mostrador, el peronismo santafesino volvió a mostrar sus costuras. La jornada de cierre estuvo marcada por negociaciones febriles y amenazas de ruptura. Hasta pocas horas antes de la medianoche todo indicaba que habría al menos dos listas fuertes disputando el mismo electorado.

Finalmente, la pulseada se resolvió con una boleta de unidad encabezada por la concejala rosarina Caren Tepp (Ciudad Futura), acompañada en segundo lugar por Agustín Rossi, exministro de Defensa y jefe de Gabinete en la última etapa del gobierno de Alberto Fernández. El tercer puesto será para Alejandrina Borgatta, concejala de Villa Constitución y referente de La Cámpora, mientras que el cuarto lugar lo ocupará Oscar “Cachi” Martínez, histórico dirigente del massismo en la política provincial.

El acuerdo emergió tras un día de tensión. Rossi, con el respaldo de los senadores justicialistas que controlan el PJ, había presionado para encabezar con su propia lista, de la mano de Fuerza Patria, en la que figuraba como segunda Jaquelina Balangione, esposa del ministro de la Corte Suprema provincial, Rafael Gutiérrez. En paralelo, un conglomerado integrado por La Cámpora, el Movimiento Evita, el Frente Renovador y Patria Grande se preparaba para lanzar otra nómina con Florencia Carignano al frente, secundada por Eduardo Toniolli y Soledad Brunett.

El acuerdo de último minuto permitió salvar la foto de unidad, aunque la herida quedó abierta. Nadie descarta que las tensiones reaparezcan en campaña.

El perottismo en retirada

En medio de esa pulseada, el perottismo optó por bajarse de la contienda. El diputado nacional Roberto Mirabella, hombre de confianza del exgobernador Omar Perotti, difundió una carta en redes sociales donde anunció que no sería candidato. “No queremos sumar más elementos de conflicto”, explicó, en clara alusión a la falta de mecanismos democráticos internos que venía denunciando. El frente “Defendamos Santa Fe”, que había tanteado acuerdos con el MID y el partido País, quedó en pausa.

La decisión deja al perottismo sin representación directa en la pelea de octubre y profundiza la sensación de repliegue del sector que gobernó la provincia hasta diciembre pasado.

Milei y los libertarios: armado a control remoto

Si el oficialismo mostró disciplina y el peronismo tensión, La Libertad Avanza se movió en un terreno intermedio: el de la indefinición hasta último momento. Como en otros distritos, las candidaturas se cerraron en Buenos Aires bajo la supervisión de Karina Milei y Lule Menem, que ordenaron el tablero santafesino a distancia.

La boleta quedó encabezada por el joven dirigente rosarino Agustín Pellegrini, acompañado por Yamile Tomassoni, Juan Pablo Montenegro y Valentina Ravera. La posibilidad de que la diputada nacional Romina Diez encabezara fue descartada, aunque seguirá teniendo mandato por dos años más.

La lista libertaria llega sin figuras de peso local y con un marcado perfil nacional. Su principal apuesta es que Milei traccione los votos en Santa Fe, donde en 2023 había cosechado un caudal decisivo en las presidenciales.

Progresismo e izquierda: candidaturas con identidad

En el campo del progresismo y la izquierda, las definiciones llegaron antes y con menos sobresaltos.

El espacio Igualdad, liderado por Rubén Giustiniani, presentó una lista encabezada por la exdiputada Agustina Donnet, acompañada por el médico ambientalista Damián Verzeñassi y referentes territoriales.

El Frente Amplio por la Soberanía, que conduce el diputado provincial Carlos Del Frade, inscribió una nómina con un marcado perfil de izquierda nacional y popular, encabezada por Del Frade, Gabriela Sosa (Mumalá) y el exfuncionario rosarino Luciano Vigoni.

El FIT-U, en tanto, postula al docente y delegado de Amsafé Franco Casasola junto a Carla Deiana, con fuerte impronta sindical y de movilización en las calles.

Lo que está en juego

Santa Fe renovará nueve bancas en Diputados: las que hoy ocupan Roberto Mirabella, Magalí Mastaler, Eduardo Toniolli, Gabriel Chumpitaz, Luciano Laspina, Germana Figueroa Casas, Mónica Fein, Mario Barletta y Melina Giorgi..