La Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Salta (ADIUNSa) cerró el sábado último, con alto acatamiento, una semana de parto de actividades que inició el lunes 11 de agosto, en adhesión a la medida convocada por CONADU Histórica. 

La huelga afectó durante seis días a la Universidad Nacional de Salta y al Instituto de Educación Media (IEM). También se sumó el personal no docente nucleado en APUNSa, en el marco de la convocatoria nacional de FATUN.

En la semana, el acatamiento al paro docente fue alto con porcentajes que escalaron del 79 al 94%. La medida de fuerza seguirá el próximo jueves y viernes.

Este paro forma parte del segundo tramo del Plan de Lucha 2025, que contempla paros rotativos de 48 horas en las semanas siguientes y una posible Marcha Federal Universitaria en septiembre. En Salta, se realizaron clases públicas, asambleas y articulaciones con otros sectores universitarios.

El secretario general de ADIUNSa, Diego Maita, advirtió: “estamos atravesando la crisis salarial más grande que recuerde el sistema, incluso peor que la del 2001 en términos cuantitativos y cualitativos”. La organización gremial sostiene que el Gobierno nacional no convoca paritarias, no responde a los reclamos y aplica medidas de manera unilateral.

En ese contexto, ADIUNSa publicó un pronunciamiento en sus redes digitales en el que desmiente el anuncio oficial de un supuesto aumento salarial del 7,5% para docentes y no docentes universitarios. Según el sindicato, la comunicación oficial es “maliciosamente confusa” y no representa una recomposición real.

El comunicado explica que el aumento se efectiviza de forma fragmentada. En agosto se aplicará un incremento del 3,95%, que en realidad corresponde a tres tramos de 1,3% cada uno: uno retroactivo a junio, otro a julio y otro a agosto, calculados sobre los básicos vigentes al cierre de cada mes. En septiembre se sumará un 1,2%, en octubre un 1,1% y en noviembre otro 1,1%, todos aplicados sobre los básicos del mes anterior.

Además, se dispuso un bono complementario por única vez de $25.000 para quienes cubren 40 horas semanales en la Universidad. Para dedicaciones menores, el bono será proporcional: $12.500 para 20 horas y $6.250 para 10 horas. ADIUNSa ironizó sobre este último monto, señalando que equivale a “2 kilos de pan”.

El anuncio se dio en plena semana de paro y el mismo día en que el INDEC informó una inflación de julio del 1,9%, lo que vuelve a colocar los salarios universitarios en pérdida frente al índice oficial. Por eso, ADIUNSa ratificó su adhesión al plan de lucha nacional y convocó a fortalecer los paros de 48 horas previstos para las próximas tres semanas.

El conflicto salarial que atraviesa la docencia universitaria se da en paralelo al debate legislativo por la Ley de Financiamiento Universitario, que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. El proyecto contempla la actualización automática de los gastos de funcionamiento, refuerzos para investigación y becas, y la convocatoria a paritarias en un plazo de tres meses. Sin embargo, el presidente Javier Milei anticipó públicamente que vetará la norma si es aprobada por el Senado, al considerar que compromete su política de déficit cero.

La amenaza de veto, sumada al deterioro salarial y a la falta de convocatoria a paritarias, refuerza el malestar en las universidades nacionales y da marco a las medidas de fuerza que se desarrollan en todo el país. En Salta, el paro se articula con esta coyuntura nacional, en defensa de la universidad pública y contra el ajuste presupuestario.