Ocho de cada diez argentinos tuvieron que cambiar sus hábitos de consumo producto de la crisis económica, con una fuerte recesión sostenida a base de salarios pisados que crecen muy por detrás de la inflación y el costo de vida creciendo mes a mes con subas constantes en servicios básicos.

Así se desprende de un estudio realizado por la consultora Management & Fit. Por la 750, su directora ejecutiva, Lara Goyburu, explicó cómo se traducen estos datos y por qué marca con claridad que la crisis del consumo es transversal a toda la sociedad.

“Ocho de cada 10 es mucho e indica que en todos los sectores algún recorte se ha hecho. En mayo era 9 de cada 10. Pero todos y todas han tenido que modificar sus consumos”, explicó.

Lo que más se notó, dijo, tiene que ver con la postergación de compras no esenciales. Después, dijo, se ajustó en las familias todo lo vinculado a recreación, con salir a comer afuera, y el esparcimiento.

Pero, hacia abajo, los cambios son generales: “Este mes se menciona la disminución del consumo de carne como una de las medidas que se han tomado, así como el dejar de consumir primeras marcas”.

“Esa fue la contracción en el consumo que tuvieron casi todas las familias, independientemente de en qué sector se encuentren”, aseguró sobre la pérdida de poder adquisitivo.

Y añadió: “Creo que la sociedad argentina hace varios años siempre ha sido una sociedad politizada en el buen sentido. Preocupada por lo público. Pero en los últimos años esto se vio exacerbado”.

Luego, afirmó con contundencia: “Y en este contexto donde venimos hablando en todos los medios y en todas las conversaciones, todas las respuestas están atravesadas por esa situación”.

Sobre los recortes en salud, dijo, los números no son tan llamativos. Sin embargo, dijo, eso puede deberse a que se trata de gastos que las familias se vieron obligadas a hacer en los meses anteriores.

“Entonces, empezamos a medir esto en mayo, con lo que puede ser que este sub-representado, porque fue anterior”, aseguró sobre, por ejemplo, cambios en los servicios de salud o compra de medicamentos.

Pero, sobre consumos básicos, añadió: “Sí hay casi un 8 por ciento que menciona haber dejado de pagar algún servicio. Pero lo más importante está dado como si no tuviéramos derecho al esparcimiento. Salir menos, no comer afuera, la escapada de los findes no se hace. Esos son el tipo de recortes que se están haciendo”.