Fernanda Raverta encabeza la lista de Fuerza Patria en la Quinta sección electoral, una región que comprende 27 municipios de la zona que combina zona rural con la costa atlántica y que comprende algo más de un millón de personas, aunque prácticamente la mitad está concentrada en Mar del Plata.

El peronismo sabe que no es tarea sencilla la batalla por las cinco bancas que se ponen en juego para el Senado bonaerense, dado que la polarización está con la propuesta de La Libertad Avanza, que tiene como cabeza al intendente Guillermo Montenegro.

En diálogo con Buenos Aires/12, la extitular de Anses asegura que pese a las dificultades comunicacionales y estructurales, hay confianza en que el peronismo podrá captar los votos de aquellos que fueron golpeados por el modelo económico y social del gobierno nacional.

-- ¿Cómo es la campaña de Fuerza Patria en la Quinta sección?

-- Nosotros estamos caminando por una sección que es enorme, pero concentrando la energía en Mar del Plata, que es algo más del 45 por ciento del padrón. En toda la sección son casi 1,3 millones de personas, entonces recorrerla implica hacer muchos kilómetros. Pero estoy convencida que es lo hay que hacer, caminar para encontrarnos a nuestros vecinos y plantear que esto que vivimos no es normal.

--¿Se refiere a la situación económica?

--Hay un enorme esfuerzo por naturalizar el horror de este presente horrible que va a dejar consecuencias a futuro. Este modelo económico afecta a toda la sección. En Mar del Plata se funde la industria textil, la naval, el turismo receptivo. Es un modelo económico donde a muy poquitos les va bien, pero a la enorme cantidad de familias les va horrible. Además esto se acompaña de un modelo represivo, porque si alguien se queja o se quiere manifestar hay represión. El gobierno nacional usa el Estado para reprimir a discapacitados, jubilados y hasta a niños. Además, algo novedoso para mí, es que el presidente de la Nación habilita el desquicio y la violencia. Eso en términos sociales es terrible y tiene consecuencias, porque después la discusión entre vecinos es a botellazos, o la disputa de tránsito termina en golpizas. La democracia nos ofrece la posibilidad de decir que esto no es normal y votar a Fuerza Patria es ponerle un freno a ese mensaje.

--Hay mediciones que marcan que en la sección aún así hay apoyo a La Lubertad Avanza. ¿Esto se recepciona en las calles?

--Tenemos una cancha inclinada. Hay obstáculos serios para que nuestro mensaje llegue a los vecinos y vecinas. Ellos tienen enorme capacidad comunicacional en redes y medios hegemónicos. En Mar del Plata tenemos un intendente que decidió abandonar la ciudad y tiene 3.800 millones de pesos en pauta publicitaria desde que inició el año. A nosotros se nos exigen propuestas e ideas para resolver esta situación en la que estamos, pero ellos pueden estar tranquilos descalificando a otra fuerza, incluso usando el emblema que es el Nunca Más para eliminar a otra fuerza. No se les exigen propuestas para resolver la enorme crisis social y económica que atravesamos.

--¿Eso siempre fue así o hay un contexto particular esta vez?

--Esta campaña arrancó despertando una profunda esperanza de poder tener como candidata en la provincia a Cristina Fernández de Kirchner. Cuando además de tener los recursos económicos para que ellos estén blindados y nuestro mensaje no llegue, de tener un nivel de violencia enorme y cobertura de esa violencia; nos proscriben a la candidata que generaba esperanza y capacidad electoral, se nos pone también más complicado. No sé cómo va a salir, pero me levanto todos los días pensando que tenemos que ser más los que decidimos frenar este modelo horrible y con ese optimismo salimos a hacer una campaña que es compleja.

--¿De qué modo se está haciendo ese contacto con los vecinos?

--En esta campaña llevamos adelante un formato de taller para hablar con vecinos en los municipios y hacer cuestionamientos o debates entre todos y contra ese algoritmo tan poderoso que va directo hacia grandes y chicos vía celular, nosotros tenemos humanidad, tenemos hombres y mujeres que vivimos hace muchos años en Argentina y podemos contar todas las crisis que vivimos, el daño que les generó el neoliberalismo. Tenemos de este lado a hombres y mujeres de carne y hueso que podemos contar cómo es atravesar la crisis y cómo termina esta historia. Ellos no tienen eso, personas que cuentan su vida. En el 2001 mar del plata tenía 25 por ciento de desocupación con un modelo como este, entonces no hay que adivinar, se sabe cómo termina.

--¿Cuál es la idea de trabajo desde el Senado provincial?

--Lo primero que tenemos que saber es que la Legislatura hace que la discusión política sea pública y hay que volver a reivindicarla, porque nos hicieron creer que estaba mal y así terminamos con un presidente que hostiga y persigue a quien piense distinto. Que podamos hacer de ese lugar una caja de resonancia de lo que viven nuestros vecinos es el primer objetivo. Además, como nunca después de ver el alcance de una mayoría parlamentaria en el Congreso que logró una ley para acompañar a las familias de personas con discapacidad, de que el presidente vetara la ley y reprimiera a la gente; y que veamos el escándalo de las denuncias de la Agencia Nacional de Discapacidad que es quien tiene la responsabilidad de cuidar a esas familias que requieren asistencia, necesitamos manos allí y en todos lados. Por ejemplo, en Mar del Plata hay concejales que votan al intendente para que haya torres de 35 pisos donde se puede construir hasta 7. Nunca fue tan claro explicar por qué es necesario tener manos en la Legislatura y el Congreso que le pongan freno a este modelo.

--Con todo este contexto, ¿cómo ve al peronismo?

--Cuando estamos en periodo de elecciones, cuando sabemos que la historia de nuestras ciudades se va a definir por la cantidad de personas que mostremos que no queremos seguir viviendo esto, la responsabilidad del peronismo es mejorar la capacidad electoral y conseguir la adhesión de los vecinos. En Mar del Plata tenemos un padrón de 600 mil personas. Si es como se prevé que la mitad no va a ir a votar, es muy grave que 300 mil personas no quieran hacerlo. En democracia la única herramienta donde de verdad somos todos iguales es en elecciones y que toda esa cantidad de gente rechace esa posibilidad de comunicar, exigir es terrible y el peronismo debe construir un vínculo de confianza con los trabajadores, los jóvenes, todos porque sería una tragedia que haya tantas personas pensando que no vale la pena ir a votar.