En los últimos años hubo en la cartelera varias puestas que parten de obras literarias escritas por mujeres: Precoz, basada en la novela homónima de Ariana Harwicz con dirección de Lorena Vega; Nada de carne sobre nosotras, cuentos de Mariana Enriquez dirigidos por Analía Couceyro; Enero, inspirada en el texto de Sara Gallardo y dirigida por Analía Fedra García; La pasión según G.H., de Clarice Lispector, con dirección de Marcelo Velázquez; o Beya (le viste la cara a Dios), basada en la novela de Gabriela Cabezón Cámara, a cargo de Victoria Roland. Este lunes a las 20 se estrena en Dumont 4040 otra creación que parte del imaginario de la autora de La virgen cabeza: nada menos que Las aventuras de la China Iron, una adaptación de Susana Villalba con dirección de Hernán Márquez protagonizada por Flor Bobadilla Oliva y La Ferni.
Flor había leído varias veces la novela, la había compartido con amigxs y parejas e incluso había regalado varios ejemplares. "El texto me encantó, me movilizó un montón en varios aspectos porque toca lugares sensibles. No podía parar de leer. La ternura me parece el gesto más grandioso para trabajar", asegura, y cuenta que llegó al proyecto por un mensaje de Márquez. Inmediatamente apareció el miedo ante la idea de una adaptación, pero cuando le confirmaron la intervención de Villalba, decidió confiar.
–Flor se define como "artista fronteriza" y Ferni como "cantora popular". ¿Qué suponen esas identidades en el marco de este proyecto?
Florencia Bobadilla Oliva: –Yo nací en Posadas (Misiones) y buena parte de mi vida viví al lado del río y la frontera. Esas fronteras son políticas e irrisorias porque la cultura que mamé tiene que ver con esos paisajes. En algún punto, siento que soy más paraguaya y brasileña que porteña. A partir de cierta edad a una se le configura una identidad y después eso toma sentido al armar familias en distintos lugares, se nutre de diversos recursos. Me reconozco fronteriza recién ahora, estando lejos, cuando ya no tengo que neutralizar mi tonada para hacer lo que hago. Y empecé a darle más espacio a la música litoraleña desde Buenos Aires.
La Ferni: –Para mí es central disputar qué es lo popular. Vayamos a la raíz del término: no hablo de lo popular en relación a la cantidad de seguidores de Instagram; hablo de todo aquello que forma parte de nuestra tradición, incluso las cosas que ya no se enseñan en las escuelas. Popular refiere a eso que no es de elite o para pocos. La definición es política porque cuando me paro a cantar aparece la imagen de una cantora popular, tengo el objetivo de dar esta batalla cultural en pos de la visibilización de nuestras identidades para poder hacer música argentina, folklore, actuación. Podemos ser quienes somos, eso que amamos ser, y compartirlo con lxs demás.
Bobadilla propone repensar la idea de "purismo racial" en Argentina porque "no existe tal cosa". Sus abuelos paternos son paraguayos y sus abuelos maternos son correntinos, pero recuerda que en su familia el guaraní siempre estuvo ubicado en un lugar incómodo. Quizás por eso no aprendió esa lengua en su infancia. "Yo mamé el silencio de ese guaraní. No era un silencio sutil, era algo mudo y encerrado. ¿Por qué esa falta?", se pregunta. La obra de Cabezón Cámara, que puede leerse como una lectura a contrapelo del canon cristalizado en el Martín Fierro, permite repensar algunas de estas cuestiones. "El libro de historia tiene una bajada de línea que está planteada como la única verdad, pero el chisme es otra verdad. Las canciones folklóricas, por ejemplo, son un manual paralelo", apunta Flor.
La operación literaria de Cabezón Cámara implica tomar una figura de lo que históricamente ha sido calificado como margen para ubicarlo en el centro, en este caso un personaje lateral que aparece fugazmente en la obra canónica de José Hernández: la China. "El enemigo finalmente es el sistema, esa estructura rígida de la que somos parte. El movimiento supone atender a otra mirada de la misma historia: es interesante pensarlo como margen, pero es margen si adoptamos la perspectiva de quien contó siempre la historia. En realidad no es margen porque no somos menos mujeres ni menos disidencias; es la posibilidad de que hablen otros personajes", señala Bobadilla.
"La idea de llevar adelante la interpretación de un Fierro queer se me hizo muy cercana porque acá hay una trovadora trans que recopila y recupera algo del acervo popular pero con otra mirada, entonces el Fierro de Cabezón Cámara termina generando una identidad no binaria. Por supuesto entré", explica Ferni, y destaca la potencia de cantar las letras de Yupanqui en lenguaje inclusivo: "Las penas son de nosotres, las vaquitas son ajenas". También comenta que hubo más distancia con respecto a la primera parte en la que "los gestos y la actitud física representan a un Fierro más clásico y varonil, con un vestuario y un tipo de canto que se apoya en lo masculino pero de a poco va modificándose".
Esta versión propone un cruce de lenguajes: la dirección musical es de César Nigro, quien también interpretará junto a Nicolás Arroyo la performance acústico-digital que incluye composiciones originales y canciones preexistentes. Las visuales estarán a cargo de Pablo Varela y en cada función habrá una invitada del mundo literario que leerá el primer capítulo de la novela. "¿Qué relectura hacemos de los clásicos en este momento?", se pregunta Ferni, y dice que se trata de "ponerle voz a esta mujer que nunca tuvo voz en la historia de Hernández". El último acto imagina un encuentro entre la China y Fierra. La artista confiesa: "Es estremecedor y poético porque no habla solamente de dónde venimos sino hacia dónde deseamos ir. ¿Queremos ir hacia un mundo que incluya a todas las personas y diversidades?".
Cuando se les consulta por el rol del arte en este contexto, Flor lee una cita de la investigadora brasileña Lucia Santaella: "No se le puede dar al artista la responsabilidad de solucionar los problemas del mundo. Eso es una utopía. La función del artista es mucho más delicada. Es la búsqueda de algo diferente que rompa con los hábitos adquiridos: son quiebres de hábito en las formas de representar el mundo. Ese es el poder transformador del artista. Pienso que el artista es la persona que lleva el proyecto humano adelante. El proyecto humano se torna más humano".
*Lunes de septiembre y octubre a las 20 en Dumont 4040 (Santos Dumont 4040). Las entradas pueden adquirirse por Alternativa Teatral o en boletería.