El Poder Ejecutivo uruguayo envió este domingo al Parlamento el proyecto de Ley de Presupuesto con el que busca fijar las prioridades de los próximos años en materia de crecimiento económico, protección social y seguridad pública. Entre las novedades más destacadas figura la creación de una “canasta higiénica menstrual” destinada a mujeres y personas menstruantes en situación de vulnerabilidad económica, de entre 12 y 50 años de edad.
La propuesta, que había sido impulsada en 2020 por la diputada colorada María Eugenia Roselló y aprobada recién el año pasado, se pondrá ahora en marcha gracias a la asignación de fondos en el marco del Presupuesto. La medida alcanzará a unas 80.000 mujeres, niñas y adolescentes titulares de la Tarjeta Uruguay Social (TUS), gestionada por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES).
“Este paso derriba brechas no solo económicas, sino también sociales y de salud. Así se asegura que quienes no pueden cubrir estos costos accedan a una menstruación digna y sin riesgos de salud, al tiempo que se reconoce y pondera la salud como un derecho fundamental, acorde a nuestra Constitución”, celebró Roselló en sus redes sociales.
El costo de menstruar
Según lo establece el artículo 451 del proyecto de Presupuesto, cada beneficiaria percibirá alrededor de $1.200 (unos $40.000 argentinos) por mes por cada persona del núcleo familiar en edad de menstruar. Esta cifra surge de un relevamiento de precios en comercios de cercanía, donde habitualmente compran los sectores de bajos ingresos.
El documento técnico que acompaña la iniciativa detalla el consumo promedio y los precios de referencia:
Toallitas: unas 25 unidades por mes, con un gasto estimado en $190.
Tampones: unas 18 unidades por mes, con un gasto estimado en $324.
Al ponderar ambos usos, el gasto mensual promedio se ubica en $257, lo que equivale a $3.084 anuales por persona menstruante.
La cuenta final
Multiplicado por las 80.000 beneficiarias, el costo total asciende a $415.681.520 anuales, es decir, entre 9 y 10 millones de dólares al tipo de cambio actual.
Ese monto representa el 3,5% del presupuesto anual del MIDES, que en 2017 —último dato consolidado disponible— fue de 7.678 millones de pesos, de los cuales el 85% correspondió a gasto corriente en prestaciones sociales.
El financiamiento empezaría con una inyección de 96 millones de pesos uruguayos a partir de 2026, y llegaría a los 181 millones de pesos para 2029, de acuerdo con la proyección presupuestal enviada al Parlamento.
Un derecho en debate
El acceso a productos de gestión menstrual estuvo en discusión en Uruguay desde hace más de una década, en paralelo a campañas feministas que denuncian la “pobreza menstrual” como una de las desigualdades menos visibilizadas.
Con esta medida, el país se suma a una tendencia regional que busca reconocer la menstruación como un tema de política pública y no solo de consumo privado.
Para Roselló, la aprobación en el Presupuesto implica un cambio de paradigma: “No incluimos copas menstruales ni otros productos que podrían encarecer el costo, pero ya este paso garantiza un piso básico de dignidad”, subrayó.
La discusión parlamentaria del Presupuesto se dará en las próximas semanas. Si se aprueba sin modificaciones, a partir de 2026 miles de mujeres y adolescentes en situación de vulnerabilidad económica tendrán por primera vez garantizado el acceso gratuito a insumos que, hasta ahora, eran un difícil gasto mensual a afrontar para muchas.