El conflicto por posibles fusiones y cierres de grados en escuelas porteñas sigue creciendo. Un listado elaborado por comunidades educativas de diversos colegios denuncia que ya son veinte los establecimientos amenazados por esa situación de cara al año próximo, con el mayor foco en los distritos escolares (D.E) 7 y 15 en los barrios de Caballito, Villa Urquiza y Coghlan. Familias, docentes y alumnos realizaron un nuevo semaforazo este viernes por la tarde, mientras desde el Gobierno porteño niegan una decisión de ese tipo para las escuelas en cuestión, aunque sostienen que en el futuro "se va a tener que dar una discusión profunda" sobre el tema, en función de la tendencia a la baja en las matrículas. El argumento es rechazado por las comunidades educativas, que aseguran que la baja de alumnos debería ser una oportunidad para mejorar el presupuesto y las condiciones educativas en las aulas.
A finales de julio, este diario informaba sobre la situación de la Escuela Nº22 Félix de Azara del D.E N°15, en Coghlan, en la que la comunidad realizó un abrazo simbólico para denunciar el posible cierre de cuatro grados de cara al ciclo lectivo 2026. Desde entonces, las escuelas con reclamos similares se extendieron para llegar a la cifra de veinte, siempre de acuerdo al listado elaborado por las propias comunidades educativas que atraviesan la problemática. Con distintas situaciones, como posibles fusiones y cierres de grados o de divisiones, el listado menciona, además de la 22, a las escuelas 1, 2, 8, 19 de ese distrito escolar, a las 1, 2, 4, 8, 12, 17 del D.E N° 7, a la 5 del D.E N°10, la 7 del D.E N° 8, las 4 y 10 del D.E N°12, la 13 del D.E N° 9, la 1 del D.E N°17, la 9 del D.E N°20, y a la 24 del D.E. N° 14.
Un actuar que avanza
Patricia Pines, referente de la organización Vacantes para todxs, una de las que participa en el registro de las escuelas que atraviesan la situación, explicó que "estamos recabando datos de toda la Ciudad; en principio tenemos éstas recolectadas, pero la lista va creciendo y es cada vez más preocupante". Pines sostuvo que la posible fusión de grados "va claramente en detrimento de los grupos de estudiantes y también de las condiciones laborales de los docentes", e hizo hincapié en las divisiones que cuentan con niños y niñas con necesidades especiales: "En los grados donde hay baja matrícula suele haber alumnos que requieren de una atención particular, y esto empeoraría las condiciones en vez de aprovechar a los grupos reducidos, como una herramienta para la inclusión", advirtió.
A la lista difundida se suma la Escuela N° 3 del D.E N°7 --la histórica "Primera Junta" de Avenida Rivadavia al 4800-- en la que, aseguran, "gracias a la movilización de la comunidad se comprometieron a no cerrar ninguna sección". La comunidad de esa escuela desarrolló una campaña para intentar evitar los posibles cierres, en la que advertían que la medida "implica que haya más chicos y chicas por curso, en desmedro de la calidad educativa", y que "pone en riesgo la fuente de trabajo de los y las docentes de la escuela". Finalmente anunciaron que consiguieron que no se cierren los grados.
Los comunicados de cooperadoras y centros de estudiantes sobre la cuestión se fueron acumulando en las últimas semanas. Desde la Escuela N°13 del D.E 9 advirtieron que "el Ministerio de Educación decidió cerrar dos primeros grados" y convocaron a un abrazo para la próxima semana. En la 17 del D.E 7 denunciaron fusiones en primer y segundo grado "que impactan directamente en la dinámica de trabajo". En el distrito 15, con cinco escuelas en el foco, docentes y directivos difundieron un comunicado en conjunto en el que advirtieron que el posible cierre "afecta a la calidad educativa al aumentar la cantidad de alumnos por aula".
La palabra del Gobierno
Las fuentes del GCBA consultadas por este diario negaron que haya un listado oficial de escuelas donde se fusionarán cursos, o una decisión formal en este sentido hacia los colegios recabados por las comunidades educativas. Aseguran que la cuestión es algo que "se evalúa periódicamente, pero no hay una decisión puntual de hacerlo sobre estos colegios". "Ya se están viendo grados con baja matricula y en algún momento esta discusión se va a tener que dar en profundidad, pero oficialmente hoy no está esa decisión", deslizan.
El argumento de la baja matrícula no cae bien entre los docentes y familias que protagonizan los reclamos. Aunque reconocen que la tendencia de escala nacional y hasta mundial ya comienza a verse en algunas escuelas, sostienen que la discusión no debería ser si fusionar grados, sino cómo mejorar las condiciones. Pines consideró que "es una excusa para el cierre de grados mientras se sigue financiando a la escuela privada a la que fue derivando la matrícula". Soledad Mosquera, integrante del Consejo Directivo de Ademys, gremio que convocó al semaforazo de este viernes, calificó a ese argumento como "falaz": "es para ajustar, cuando lo que tiene que haber es mayor presupuesto en la educación y mejores condiciones de estudio con los docentes sentados a discutir esas condiciones. Sin dudas, los cierres de grados no van en ese sentido, sino que es plata que se ahorran en vez de invertirla en nuestros pibes y pibas", sostuvo a Página/12.
El semaforazo convocado por Ademys se hizo este viernes a las 18 en Acoyte y Rivadavia, y fue el segundo de la semana, ya que el miércoles se había realizado otro por el caso puntual de la escuela "Primera Junta". Desde la Corriente de Trabajadores de la Educación (CTE) dentro de UTE también se manifestaron sobre la cuestión y advirtieron que "las y los trabajadores de la educación tenemos mucho para aportar en propuestas que mejoren nuestras condiciones de trabajo, de enseñar y aprender, a propósito del impacto de la baja de la natalidad".