Este domingo los bonaerenses van a las urnas en una elección atípica por el desdoblamiento, la proscripción de Cristina Kirchner y el enigma de la participación. El último antecedente de unos comicios desdoblados y exclusivamente bonaerenses se remonta a 1948. El gobernador Axel Kicillof, fogoneado por los intendentes, fue el artífice de la jugada aun cuando eso le valió un fuerte enfrentamiento con quien fue su jefa política. En el camino, creó su propia fuerza —el Movimiento Derecho al Futuro— y presionó hasta conseguir una silla en la mesa de negociación que hoy comparte con Máximo Kirchner, en representación de CFK, y Sergio Massa, arquitecto de la unidad forzada. Con más torpeza que astucia, el gobierno intentó replicar la estrategia usada en CABA y salió a nacionalizar la elección. El presidente Javier Milei seteó demasiado alto las expectativas al prometer que “iba a clavar el último clavo en el cajón del kirchnerismo”. No contaba con los cisnes negros: el escándalo de coimas en la ANDIS, la intervención en los mercados para frenar el dólar y un cierre de listas que dinamitó su propia interna favorecieron al peronismo en el sprint final de una campaña inédita.
¿Qué se vota?
La provincia de Buenos Aires vuelve a ser la madre de todas las batallas: concentra casi el 38 por ciento del padrón nacional, con más de 14 millones de personas habilitadas para votar. El resultado no sólo definirá los 23 senadores y 46 diputados que irán a la legislatura provincial —junto con sus suplentes—, sino que también reordenará las piezas del tablero político de cara a octubre. El esquema divide al mapa en ocho secciones: en la Segunda, Tercera, Sexta y Octava se eligen diputados, mientras que en la Primera, Cuarta, Quinta y Séptima se elegirán senadores.
A la pulseada legislativa se suman las listas locales de concejales y consejeros escolares, lo que convierte la elección en una prueba de fuego para los intendentes, que ponen en juego su peso territorial y su proyección hacia 2027 sin una figura nacional que traccione. Las bancas del Congreso Nacional, en cambio, se definirán en las elecciones generales del 26 de octubre. Este domingo habrá 41.189 mesas habilitadas para votar.
Una prueba de fuego para La Libertad Avanza
El cierre de listas de los libertarios detonó las internas. La intransigencia de Karina Milei junto a su armador de confianza, Sebastián Pareja, marginó del armado a Santiago Caputo y sus “fuerzas del cielo”. Desde entonces la Casa Rosada acumula una tensión que no se disipa. El último capítulo fue el inefable ataque de Daniel Parisini, el Gordo Dan, en contra de un aliado clave para el armado libertario en la provincia de Córdoba, el senador Luis Juez, quien sonaba como un reemplazo a futuro del ministro Luis Petri. Ocupado en la ópera, los viajes y la macro, el presidente no conduce ni siquiera su propia tropa.El escándalo de coimas en la Andis desató una crisis de dimensiones aún desconocidas para el oficialismo. Según el último trabajo de Rubikon Intel la crisis de las coimas y las respuestas del gobierno deterioraron la credibilidad oficialista y, en particular, son los jóvenes que habían acompañado a La Libertad Avanza quienes muestran una desafectación creciente. El mayor temor en Balcarce 50 es que la denuncia de Spagnuolo desincentive a su electorado a votar. La ingeniería básica electoral señala que el ausentismo favorece a los oficialismos y a quienes tienen mayor manejo del aparato. Así, la lapicera de Karina Milei, el Jefe, tendrá su mayor prueba de fuego en medio de una crisis que la tiene como protagonista y apenas una semana después de una derrota calamitosa en la provincia de Corrientes que se suma a otros tropiezos como en Formosa, Santa Fe, Misiones, Salta y Jujuy.
Torpemente el gobierno eligió plebiscitar su gestión en una elección que podría haber mirado con la distancia de una elección provincial más. Ahora pondrá a prueba su modelo económico y su núcleo duro en medio de la peor turbulencia desde que asumió. El viernes en Casa Rosada se conformaban con una derrota mínima y apostaban al 26 de octubre.
El pleno de Axel
El gobernador Axel Kicillof tensó al máximo la relación con Cristina Kirchner para sostener el desdoblamiento sugerido por un grupo de intendentes y adelantó una discusión que muchos consideraron inoportuna: la conducción del peronismo en medio de la detención de la presidenta del PJ. Kicillof jugó un pleno y logró sentarse como uno más en la mesa de discusión del peronismo, que ahora comparte con Máximo Kirchner y Sergio Massa. Los resultados de este domingo pondrán a prueba su estrategia y marcarán su convivencia futura con el resto del espacio. “Es posible que ganemos a pesar nuestro”, dice a Página/12 uno de los hombres que participó en los traumáticos cierres de listas. A una campaña que por momentos lució desarticulada le dio oxígeno el cúmulo de errores autoinfligidos de La Libertad Avanza.
Un buen resultado podría proyectar a Axel Kicillof hacia 2027, justo cuando el establishment mira de reojo el armado de los gobernadores nucleados en Provincias Unidas. Si los números no acompañan, el pase de facturas será inevitable.
El peronismo pone en juego 29 bancas, más que ninguna otra fuerza. 19 corresponden a diputados y diez a senadores provinciales y buscará elevar su número en esta elección.
Los intendentes protagonistas indiscutidos de la campaña pondrán a prueba su peso territorial para movilizar a su gente, blindar sus consejos deliberantes ante el avance de los libertarios y garantizar un resultado auspicioso. Los jefes comunales, buscarán medir su propio peso político para los partidos que restan, por primera vez sin el arrastre de figuras nacionales. Varios de ellos aspiran a ocupar la silla que dejará vacante Kicillof en 2027.
¿Cómo leer los resultados?
Los analistas suelen advertir que no conviene traspolar resultados provinciales a elecciones nacionales. Sin embargo, el día después de mañana habrá que mirar de cerca el nivel de participación, clave para medir la temperatura del termómetro social en tiempos de apatía política. Javier Milei pondrá a prueba su gobernabilidad en medio de una crisis sin precedentes y la reacción de los mercados será el dato a seguir. Para la consultora 1816 de Adrián Rozanski y Mariano Skladnik, una de las más consumidas por el establishment financiero, “una buena performance electoral del oficialismo es condición necesaria para que la situación financiera se calme un poco”. El escenario se invierte con un mal resultado. La consultora CP, de Federico Pastrana, advierte que “la economía se acerca a octubre amenazando con una recesión, con ingresos bajos y en caída”. En la Casa Rosada dejaron de pensar en el 10 de diciembre y concentran todas sus expectativas en el 26 de octubre para intentar enderezar el barco.El efecto de las coimas en la ANDIS es otra variable central. Los libertarios perdieron el control de la conversación digital y la imagen de Milei cayó entre 8 y 10 puntos; resta medir cuál será el impacto electoral. Aunque se trata de una elección exclusivamente provincial, los resultados tendrán lectura nacional: funcionarán como anticipo de lo que puede ocurrir en las generales del 26 de octubre y marcarán si el oficialismo llega con envión, con signos de desgaste o en un frágil punto de equilibrio dentro del tablero político. Lo mismo corre para el peronismo, aun con su máxima referente presa.
Las 8 elecciones
El desdoblamiento obliga a mirar la provincia con lupa: las ocho secciones electorales ofrecen escenarios muy distintos entre sí y será necesario leer cada una en su propia lógica. El peronismo apuesta fuerte a su bastión histórico, la Tercera Sección Electoral, allí donde iba a competir Cristina Kirchner. La ingeniería electoral indica que un triunfo holgado en esa sección y un empate en la Primera podrían garantizar la victoria.
Los libertarios, tras absorber al PRO, buscarán consolidar la Primera, la más populosa, con Diego Valenzuela como figura y sumar en otras secciones estratégicas como la Cuarta, la Quinta y la Sexta.
Somos Buenos Aires tendrá su primer examen en las urnas. Sus mejores chances están en la Segunda y en la Cuarta, con Manuel Passaglia y Pablo Petrecca como referentes, aunque ambos en escenarios de tercios.
Junto a LLA y Fuerza Patria habrá otros siete frentes, además de fuerzas provinciales y listas vecinalistas en distintos distritos, que buscarán perforar una polarización. Los resultados se conocerán a partir de las 21 horas o cuando esté el 30% del escrutinio provisorio alcanzado.