La derrota electoral de hoy del mileísmo es pre-devaluatoria. No es un rapto inflacionario el que provoca rechazos. Sino una repugnancia de otro orden. Como en diciembre de 2017.
La derrota de Milei no fue construida por la "radicalidad política" de ninguna fuerza política sino por la intolerancia social (jubilados, discapacitados, conflictos laborales, repudio moral, rechazo a la manipulación del