En medio del tembladeral que causó en el Gobierno de Javier Milei la estrepitosa derrota que sufrió frente al peronismo en la provincia de Buenos Aires, la Casa Rosada ensaya estrategias para intentar no mostrarse aislados a un mes y medio de las elecciones legislativas nacionales. Una de ellas fue una convocatoria (todavía informal y sin agenda) a una “mesa de diálogo federal” con los gobernadores, aunque las primeras respuestas públicas de los mandatarios provinciales no fueron las que esperan los estrategas libertarios ni aun de aquellos colaboracionistas que hasta ahora le brindaron su apoyo en el Congreso para sostener las políticas de ajuste y motosierra del Gobierno central. Decepcionados por los acuerdos pactados que Milei no cumplió, los cinco gobernadores (Córdoba, Santa Fe, Chubut, Jujuy y Santa Cruz) que armaron Provincia Unidas como una opción electoral en octubre --frente a LLA y Fuerza Patria— desconfían, no quieren aparecer como un salvavidas para el gobierno tras la experiencia bonaerense y se reunirán en Río Cuarto para definir una postura común en medio de un acto de campaña. Los mandatarios peronistas que también colaboraron con la administración libertaria salieron a cuestionar la convocatoria al calor del 7-S bonaerense, mientras que el resto reclama soluciones urgentes en medio de la asfixia económica con la que el Gobierno somete a sus territorios. Solo el mandatario sanjuanino respondió solícito al convite de Balcarce 50, mientras que los gobernadores aliados de los libertarios el 26 de octubre (Mendoza y Chaco) ni siquiera se pronunciaron.

Desconfianza, reclamos y rechazos

El domingo por la noche, desde La Plata y arriba del escenario de la victoria, el gobernador bonaerense Axel Kicillof reclamó públicamente a Milei una reunión para solucionar la poda de recursos económicos que el gobierno libertario le adeuda a la provincia. Aunque conmovido por la dura derrota, el gobierno diseñó una convocatoria amplia en modo electoral para no ceder al reclamo de su vencedor: el vocero presidencial Manuel Adorni anunció por X la conformación de una “mesa política nacional” libertaria (tras la derrota) y la decisión presidencial de convocar a una "mesa de diálogo federal con los gobernadores”.

Pero fueron los mandatarios provinciales más cercanos al Gobierno los primeros en darle la espalda. El santafesino Maximiliano Pullaro, que rápidamente tomó nota del resultado electoral en la provincia de Buenos Aires y contestó por la misma vía: "La gente viene hablando fuerte y claro. El gobierno sigue sin escuchar, paralizado. Hay que dejar atrás el pasado, lleno de fracasos y frustraciones. Enfrentar ya los graves problemas del presente, porque en las casas de nuestra gente todo apremia", posteó Pullaro. y agregó: “No se puede maltratar, no se puede agredir ni insultar. Cuando se pierde la sensibilidad y encima la comunicación es muy agresiva, la gente te da la espalda”. “Siempre que el presidente convoca tenemos que ir a escuchar y a colaborar, pero lo resolveremos en el marco de Provincias Unidas, con los otros cinco gobernadores que integramos ese espacio”, respondió sobre el convite dialoguista.

Otro referente de PU, el cordobés Martín Llaryora dejó en manos de uno de sus ministros la respuesta. “Una reunión así debería tener preparación, debería tener acuerdos para luego materializarlos. Que te convoquen por un tuit, sin temario, aunque decidiéramos ir, sería una foto vacía”, sostuvo el ministro de Vinculación cordobés, Daniel Pastore. “Y ya hemos tenido varias fotos vacías. Así como está planteada, la convocatoria es para la tribuna”, remarcó.

"No queremos un diálogo para la foto, sino queremos un diálogo profundo donde podamos resolver y aportar nuestros puntos de vista", respondió en la misma línea y durante una entrevista televisiva el correntino Gustavo Valdés, el más reciente de los incorporados al armado electoral centrista. "Creo que lo que necesitamos son acciones, son hechos, que atiendan las necesidades, las cuestiones que estamos planteando los gobernadores, que en realidad son las cuestiones de la gente. Y si se hace alguna reunión, cumplir con lo que se comprometen, con lo que se firman", sumó otro miembros del mismo espacio, el radical jujeño Carlos Sadir, en declaraciones radiales y agregó: “Y sí, lo que pasa que ahora y luego de lo sucedido el domingo pensar en un dialogo, estaría muy tenido con la elección de octubre”.

El sanjuanino Marcelo Orrego fue el único que aceptó el convite de inmediato: "Cuando llegue la convocatoria voy a decir presente". En cambio, los dos gobernadores radicales que sellaron en sus provincias la alianza electoral con LLA, el mendocino Alfredo Cornejo y el chaqueño Leandro Zdero, todavía no se pronunciaron.

Peronismos

Esta convocatoria que están haciendo es prácticamente un pedido de auxilio para tratar de fortalecerse y llegar al 26 de octubre, cosa que me parece a mi que no llegan”, sostuvo a título personal el peronista riojano Ricardo Quintela. “Primero, el gesto tiene que venir desde la Nación hacia las Provincias. Pero aún así, personalmente creo que este gobierno está acabado. Creo que este gobierno no tiene forma de salir adelante, por el mismo sistema que ellos implementaron, que es muy grave, que habrá que investigar en su momento”, remarcó Quintela.

"Después el vocero presidencial sale a convocar a través de Twitter, para buscar una solución al problema, una comisión o mesa con gobernadores presidida por el presidente Milei, su hermana, uno de los Menem y la ministra Patricia Bullrich. Qué solución podemos obtener con los mismos protagonistas del desastroso gobierno que estamos teniendo en el país", respondió el formoseño Gildo Insfrán.

El fueguino Gustavo Melella, sostuvo que “lo que decimos igual algunos gobernadores es que primero deben cumplir con sus obligaciones y los pagos que deben enviar a las provincias”. de Tierra del Fuego, pide que el Gobierno "primero cumpla con sus obligaciones". “La realidad es que por una comunicación de Adorni es poco serio, si hay una convocatoria tiene que ser por parte del presidente”, afirmó.

"Escucho mucho al Presidente hablar de la lealtad y de que Roma no paga traidores, pero es una avenida de ida y de vuelta. Esto tiene que quedar claro. Acá hay muchos que hemos acompañado y otros que lo hicieron siempre y se sienten palomas de iglesia, no leones. Pasamos de héroes a villanos. No es que cuando no te acompañamos en algo está todo mal, es porque no estamos de acuerdo, lo que no significa ser un enemigo", dijo el salteño Gustavo Sáenz y dijo que esta vez ve “difícil” acompañar la propuesta de la Casa Rosada.

El tucumano Osvaldo Jaldo busca despegarse del gobierno central al que respaldó en el Congreso y ahora dejó en claro que si les dicen "lo mismo que hace dos años" no concurrirá porque ya tiene "muchas" fotos. “Si nos dicen lo mismo que hace dos años, no vamos a concurrir. Los recursos coparticipables son nuestros, no del Gobierno Nacional, y tenemos que defenderlos", afirmó Jaldo a un canal provincial y sentenció: "Si el gobierno no empieza a pensar en la gente y en dar a las provincias lo que les corresponde por ley, la situación podría empeorar".