En la Argentina, al igual que en otros países del mundo, más de la mitad de los embarazos son no planificados. Si se hace un recorte en la población de adolescentes menores de 19 años este porcentaje de embarazos inoportunos asciende a alrededor de dos tercios y esto sucede a pesar de un amplio marco legal y normativo que garantiza la disponibilidad y acceso a métodos anticonceptivos de forma gratuita. Los embarazos no planificados constituyen no sólo un problema para la salud pública, que afecta la calidad de vida de las mujeres, sino que también, es un desafío para que las políticas públicas incluyan estrategias y tecnologías innovadoras en su respuesta.
En los últimos años y como un lineamiento prioritario del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable se está promoviendo el acceso a anticonceptivos reversibles de larga duración (LARCs, por sus siglas en inglés) para reducir las tasas de embarazos inoportunos en adolescentes. Se denomina LARCs a un grupo de anticonceptivos -que incluyen al dispositivo intrauterino (DIU) y al implante subdérmico- considerados dentro de los métodos reversibles como aquellos con mayor eficacia. El uso de los LARCs es ampliamente seguro, no requiere que se tome una píldora cada día, su uso esta desvinculado de la relación sexual y, según el método, puede prevenir el embarazo desde tres a diez años. Menos del uno por ciento de las mujeres que usan LARCs quedan embarazadas dentro del primer año de uso.
La falla de método se utiliza para comparar cuál es el uso ideal o teórico versus el uso habitual de un método anticonceptivo. Por ejemplo, se sabe que en el uso de anticonceptivos orales -el método más demandado por las adolescentes- existe al menos un 25 por ciento de jóvenes menores de 21 años que olvidan dos o más píldoras por mes. Según la bibliografía, la falla de método es responsable de alrededor de la mitad de los embarazos no deseados y el riesgo de que un método falle es veinte veces mayor para el uso de anticonceptivos orales que para el uso de LARCs. Por este motivo, se considera a los LARCs como los métodos más efectivos para la prevención de embarazos no deseados, independientemente de la edad de las mujeres usuarias.
Los LARCs se encuentran disponibles dentro de la canasta de insumos del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, pueden ser demandados por las adolescentes independientemente de su historia reproductiva y es responsabilidad de los y las profesionales de la salud acercar el método a esta población. Es importante resaltar que tanto los LARCs como los anticonceptivos orales no ofrecen protección para las enfermedades de transmisión sexual por lo que es prioritario garantizar el acceso y uso de los métodos de barrera como el preservativo.
María Carpineta: Médica especialista en Pediatría y en Salud Integral del Adolescente del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Más información: Línea de Salud Sexual 0800-222-3444