La fiscal Marisol Fabbro formalizó la acusación contra un policía que asesinó a un adolescente y pidió 24 años de prisión por homicidio calificado. Ocurrió ayer, en la audiencia imputativa por el crimen de Brandon Cardozo, en la que el juez Luis Caterina le prolongó la prisión preventiva por seis meses más al acusado, Emiliano Gómez, ex agente de la Brigada Motorizada de la Unidad Regional II.
Gómez llegó a Tribunales para escuchar su destino, fruto del acuerdo propuesto por su defensa y que la fiscal aceptó. Es el policía que irá a juicio oral, acusado de ser quien disparó la bala que mató al adolescente de 16 años en la fiesta barrial del Año Nuevo de 2016, en la esquina de Entre Ríos y Centenario.
El homicidio ocurrió en la primera madrugada de ese año, y la captura de Gómez se produjo cuatro días después, a partir del testimonio clave de un colega. Otro policía declaró un par de días después del crimen que él asistió a aquella fiesta callejera en la que reconoció a Gómez, quien estaba fuera de servicio. Y que cuando se desató una gresca, el suboficial sacó su pistola y realizó varios disparos. Uno de ellos le acertó a Brandon Cardozo en el mentón, quien cayó herido de muerte entre sus amigos. Cuando lo llevaron al hospital Roque Sáenz Peña, el muchacho ya había muerto.
A Gómez lo detuvieron el 5 de enero. Luego, el Ministerio de Seguridad lo exoneró de la fuerza apenas le dictaron prisión preventiva. En setiembre pasado solicitó pasar al régimen de prisión domiciliaria con el argumento de cuidar a un hijo discapacitado. El juez Caterina denegó ese planteo.
Miembros de la Asamblea por los Derechos de la Juventud y la Niñez acompañaron ayer a Laura Dávalos, la madre de la víctima. Ella, como querellante, había intentado que la acusación contemplara el hecho de que Gómez era policía al momento del crimen. "La fiscal dice que estaba de franco cuando sucedió el hecho; pero él es un policía, tenga o no tenga puesto el uniforme", había dicho. Finalmente, la fiscal Fabbro se ajustó a la figura de homicidio calificado por uso de arma de fuego y pidió 24 años de prisión, algo que se resolverá cuando llegue el juicio oral. Ayer, Dávalos recibió la noticia de que el acusado seguirá preso al menos seis meses más. "Yo no quiero que quede libre, él me mató a mi Brandon, a mi único hijo, mi vida, me lo arrancó como si nada", dijo.