Zorres Asociación Civil es una comunidad de deporte no binario con perspectiva travesti, trans y disidente. Desde hace ocho años sostienen la disciplina Básquet y hace cuatro años, Vóley. “Esta mirada atraviesa no solo cómo jugamos, sino también cómo habitamos las canchas”, asegura Kiki, su presidenta. “Nuestro objetivo es generar un espacio seguro para la integración del colectivo LGBTTTIQ+, habilitando el regreso —y en muchos casos el primer encuentro— con el deporte de personas que fueron históricamente excluidas de la posibilidadde vivirlo y disfrutarlo”. 

Buscan otras formas de habitar el deporte, sin las reglas que suelen ser capacitistas y excluyentes. Lo que se propone es un modo de juego en el que las personas sean protagonistas en todo momento, donde se celebre tanto un punto convertido como un intento fallido, y lo más importante sea garantizar el acceso, la permanencia y el disfrute en el deporte. Hace casi dos años que Zorres se constituyó formalmente como Asociación Civil, con un funcionamiento horizontal en el que las decisiones se toman en asamblea con el voto de lxs socixs. 

La comisión directiva está integrada mayoritariamente por personas travestis, trans y no binaries. “Actualmente somos cerca de 50 socixs y alrededor de 70 personas mayores de18 años de diversas corporalidades y edades entrenan todas las semanas”, amplía Kiki. Además, forman parte de la red federal Tercer Tiempo, que nuclea a grupalidades de todo el país. 


En su espacio cuentan también con un equipo de docentes y profesionales que brinda capacitaciones en diversidad, equidad e inclusión (DEI) a universidades, empresas y organizaciones.

Este año realizarán su 5° Encuentro Anual el 13 de septiembre en el Polideportivo Colegiales. Cada edición reúne a más de 300 deportistas de todo el país que llegan a jugar y celebrar el aniversario de Zorres. Se trata de jornadas de más de 10 horas de deporte, atravesadas por un espacio de reflexión donde se comparte cómo la práctica no competitiva y el deporte nobinario pueden ser herramientas para prevenir violencias.

“Nos motiva encontrarnos con amigues de distintas provincias y territorios, convencides de que la red se fortalece jugando. También nos interesa generar espacios de descanso y conversación para seguir tejiendo vínculos federales”, afirma Kiki. “Nuestro principal objetivo es que lxs participantes jueguen con la dinámica que proponemos en Zorres: no contar puntos ni establecer ganadores.

Como planes adicionales, se realizará una fiesta la noche del Encuentro y al otro día, se reunirán con les invitades en la cancha en donde entrenarán para compartir una jornada recreativa y lúdica.

“Cada año recibimos el Encuentro con mucha expectativa, porque siempre emocionareencontrarnos con personas amigas y, al mismo tiempo, conocer a quienes se suman porprimera vez a jugar”, cuenta Kiki. Este año ya confirmaron su participación más de 300 deportistas del AMBA, Santa Fe, Tucumán, Salta, Córdoba y otras provincias. “Lo más lindo es ver cómo, a medida que avanzan los partidos, los cuerpos se van soltando y se reconoce la dinámica del evento: no se trata de jugar fuerte ni de ganarle a le otre, sino de ‘descansar’ elcuerpo, reír, bailar y disfrutar en comunidad. Nos conmueve presenciar cómo se vancelebrando los tantos de la otra grupalidad y cómo se chocan los cinco en señal decomplicidad y alegría compartida”.


Zorres elige llamarlo “encuentro” y no “torneo” porque entienden que la lógica del torneo hasido históricamente excluyente y capacitista: juegan quienes “mejor” lo hacen, mientras que alas demás personas se las deja en el banco o no se les pasa la pelota. Además, los torneos sonbinarios: se divide en categorías varón o mujer y, aunque hoy empiezan a surgir alternativasqueer, el formato sigue estando pensado para pocas personas.

 “En cambio, nosotres proponemos encuentros no competitivos como una forma de garantizar que todes participen: que puedan tocar la pelota, tomar decisiones y disfrutar del juego sin ser clasificades como‘mejores’ o ‘peores’ según sus capacidades”, sostiene Kiki.