En su reciente intervención en Rusia, Jacques-Alain Miller afirmó que la autodeterminación de los niños en materia de identidad de género es “una monstruosidad en vista de lo que es ser un ciudadano. Si borramos toda diferencia entre niño y adulto, son los fundamentos mismos de la democracia los que quedan cuestionados”. El lazo entre infancia y democracia no deja de concernir al psicoanálisis.

La autodeterminación va viento en popa. Hoy muy particularmente, se trata de sensibilizar a los padres y a los niños ante el hecho de que todo el mundo, sin excepción, puede ser auto-determinado y puede ejercer un control sobre su vida y hacer elecciones libremente sin ser influenciado de manera importante por una tercera persona. Ese determinismo no tiene nada que ver con lo que ocurre en el programa del inconsciente. Se lo borra y se lo reconduce al sujeto de la voluntad. 

La emergencia de la autodeterminación hay que situarla en los cambios provocados por la des-institucionalización que el sostén comunitario ha remplazado progresivamente. Se trata allí del pasaje de una visión médica a una visión social del síntoma, lo que nos lleva al corazón mismo de la cuestión de la despatologización.

La autodeterminación es contraria a la esencia misma del psicoanálisis, en la medida en que el sujeto no es jamás causa sui y existir es, precisamente, depender del Otro, según la fórmula de Lacan. Depender del Otro, en una singularidad propia de cada uno.

No se trata ya, solamente, de evocar los lobbies de los militantes que hacen oír sus voces. De lo que se trata aquí, es de los niños. Los niños en el seno de Estados que, dando un paso más, los consideran inmediatamente como ciudadanos. 

Estados que no se formulan ninguna cuestión sobre la naturaleza de la infancia ni, por ejemplo, sobre la relación fundamental de la infancia con la sexualidad. Una sexualidad cuya “maduración”, hay que concebirla como construcción de la relación al objeto a, y no como un desarrollo cualquiera. ¿No es acaso esta cuestión, la que abrió numerosos debates sobre la edad de consentimiento?

La situación italiana, en su relación al Vaticano, nos pone en el camino de medir la importancia de la infancia, en materia de democracia. En efecto, el Vaticano ha manifestado fuertemente su preocupación, en varias ocasiones, por la penetración de la teoría de género en las escuelas, incluidas las escuelas maternales. 

Es, en ese momento, en todo caso, que el estado religioso se ha sentido suficientemente amenazado como para enviar una nota diplomática al Estado italiano. 

En esa ocasión, convocó una discusión en el ámbito de los Pactos de Letrán, por primera vez desde su firma, sobre la libertad de la Iglesia para “desarrollar su acción pastoral, educativa y social”. 

Los programas de sensibilización y de inclusión no dejaban sino un margen estrecho. Vemos bien que los enfrentamientos tienen lugar en ese terreno.

*Publicamos un fragmento de su Intervención en Question d’École – organizado por la ECF en Paris el 22 de enero de 2022. Traducción: Jacquie Lejbowicz. Revisión: Silvina Rojas.