El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, recibió ayer a un grupo de dirigentes del PJ bonaerense, liderados por su nuevo titular, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, quien llevó el reclamo de una mayor descentralización de recursos hacia los municipios. Pero más allá del tema de la charla, el dato político estuvo en el encuentro que reunió a funcionarios de la Casa Rosada con un sector del peronismo bonaerense que apunta a abrir canales de diálogo con el macrismo.

Según voceros del ministerio, la reunión fue a agenda abierta y se conversaron temas referidos a la política en general, coyuntura y la relación Nación-Municipios. Frigerio estuvo acompañado por su viceministro, Sebastián García De Luca, y por el jefe del bloque de diputados del PRO, Nicolás Massot. Menéndez llegó junto a los intendentes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y de Almirante Brown, Mariano Cascallares, y de dos diputados del Bloque Justicialista: Diego Bossio y el randazzista Eduardo “Bali” Bucca. 

Según informaron en Interior, el pedido del encuentro fue de Menéndez y que Bossio actuó como “facilitador”. El titular del PJ bonaerense reclamó que las intendencias peronistas no sean discriminados y “tengan las mismas posibilidades que las del oficialismo”. Menéndez justificó su solicitud al sostener que los municipios son “instituciones mucho más eficientes y de una gran cercanía con los problemas de la gente, y son administraciones más chicas y dinámicas”. La presencia de los diputados en el encuentro disparó la sospecha de que el encuentro sirviese también para anudar un acuerdo parlamentario como aquel que el gobierno supo tener con el Frente Renovador. Sin embargo, el titular del PJ bonaerense se preocupó en despejar cualquier duda cuando aseguró que “no fue una reunión de especulación legislativa, para nada, sino una reunión de trabajo concreto”.