El viernes 19 de septiembre, a las 18, en el Museo de la Memoria de Rosario (Córdoba 2019), se presenta Las pasiones alegres del feminismo. O cómo agitar la imaginación política contemporánea, el nuevo libro de Nayla Luz Vacarezza editado por Siglo XXI. La autora dialogará sobre la potencia de la alegría, las genealogías feministas y el presente de los movimientos. Acompañarán la mesa la escritora Dahiana Belfiori, autora de Código rosa, relatos sobre abortos y la periodista Sonia Tessa.

“Sacudirse la amargura y volver a la esperanza”. La invitación de Nayla Luz Vacarezza en su libro Las pasiones alegres del feminismo cobra un sentido especial en este presente difícil. La obra recupera memorias de las acciones creativas, persistentes y transnacionales de los movimientos feministas en Argentina, Uruguay y Chile, con foco en la lucha por el aborto legal. Pero no se queda allí: propone mirar esas experiencias como semillas para reactivar la imaginación política contemporánea.

“Escribí sobre la Marea Verde y su historia repleta de símbolos, imágenes, pañuelos, canciones y cuerpos en movimiento”, dice Vacarezza. “Es una invitación a reconocer la dimensión sensible de las protestas feministas y su capacidad para agitar la imaginación política contemporánea. También a conectar con esa experiencia vibrante que tenemos puesta en la piel y que nos enseña la importancia de seguir moviéndonos como el agua de las mareas”.

Alegría como conquista

La autora explicó que el título del libro es, de por sí, una respuesta política: “Es ir a contracorriente de algo que damos como dado: que este es un tiempo solo para las pasiones tristes, la amargura, el derrotismo. Mirar la historia de los feminismos nos muestra la importancia de aferrarnos a la alegría como algo conquistado con lucha y esfuerzo, atravesando derrotas y cansancio, pero que está en el cuerpo”.

Vacarezza recupera una genealogía larga: desde los momentos en que eran pocas feministas plantadas frente al Congreso, soportando insultos y defendiendo otra voz, hasta el desborde de la Marea Verde. Ese recorrido, señala, deja enseñanzas para un presente marcado por la sensación de parálisis.

“Recordar los tiempos en los que éramos pocas y aún así se abrieron posibilidades es fundamental. Esas semillas fueron el inicio de algo más grande. Incluso antes de 2018 hubo hitos: el socorrismo, las redes de información sobre aborto con pastillas, el cambio en el tono de la conversación pública. Todo eso ayudó a transformar la manera de imaginar el aborto: de algo triste o clandestino a un asunto de derechos humanos y calidad democrática”.

La autora subraya "los argumentos de la Campaña por Nacional por el Derecho al Aborto, pero también en en argumentos que estuvieron en el proceso de legalización en Uruguay, en el cambio legal en Chile, también transformar al aborto en algo en algo práctico, ¿no? De cómo tomarte las pastillas, las redes de información sobre aborto con pastillas". 

Entre la derrota y la persistencia

La autora también reflexionó sobre los discursos que buscan instalar un cierre de época: “Se dice todo el tiempo que los feminismos ya pasaron de moda, que ahora hay antifeminismo de Estado, que esto fue derrotado. Para quebrar eso es importante mirar el pasado y ver cómo en otros momentos de peligro o presión se abrieron brechas. El gesto del pañuelo es ejemplo: trae la historia de las Madres y de luchas por justicia y democracia. Volver a levantarlo hoy es volver a esas fuentes de energía”.

Para Vacarezza, el desafío actual es cambiar la mirada: no quedarse pegadas solo a la masividad de 2018 o 2020, sino reconocer las prácticas que siguen vigentes, incluso cuando no son visibles en los medios. “Hay un montón de personas y organizaciones que se siguen moviendo aunque estén fuera del campo de visibilidad masiva, incluso recibiendo ataques. Eso es también una fuente de energía para el presente”.

Persisten los encuentros

El libro es, entonces, una invitación a leer la historia feminista como archivo de estrategias para no ceder ante la impotencia. Pero también, a reconocerse en la vitalidad del presente.