Un equipo de investigadores argentinos y estadounidenses descubrieron un nuevo dinosaurio que se movilizaba entre los actuales territorios de América del Sur, Asia y Australia. El ejemplar encontrado del Joaquinraptor casali tenía en su boca los huesos de un cocodrilo antiguo, por lo que esa especie podría ser parte de su alimentación. Se cree que era uno de los principales depredadores del ecosistema costero cálido y húmedo que era la actual América Latina en esa época.