Mariano Cascallares recibe a Buenos Aires/12 en la histórica sede la Municipalidad de Almirante Brown, donde obtuvo un reciente triunfo con casi 30 puntos de diferencia sobre La Libertad Avanza. Analiza la reacción de Javier Milei a la derrota, sostiene que el gobierno nacional no tiene "brújula económica" y habla sobre su nueva etapa en la Legislatura bonaerense. "El rol de nuestro bloque va a ser central para que salgan todas las leyes que necesita el gobernador", dice.
A sus 56 años y con una década gobernando un municipio del sur del conurbano, advierte la importancia de gestar un sentido de comunidad a nivel local que permita la interacción de la intendencia con sectores de la economía como el agro y la industria. Buscará, dice, llevar la premisa del consenso a la Cámara de Diputados, donde asumirá en diciembre de este año.
Cascallares pone en valor el triunfo del 7 de septiembre y avizora una nueva victoria el 26 de octubre. Reconoce el desafío que impone un nuevo dispositivo como la boleta única en papel, pero subraya el valor del desarrollo territorial para subsanar cualquier duda. Además, señala que el eje de la próxima elección estará en el análisis que volverá a hacer la sociedad sobre un modelo económico que "va tapando baches" desde lo financiero para sostenerse a flote de cara a las elecciones.
—¿El peronismo solidificó su rumbo después de septiembre?
—Siempre es positivo para el peronismo consolidar un proyecto político en la provincia más importante del país en una elección tan compleja como la del 7 de septiembre. Le da cuerpo al peronismo para llegar al 26 de octubre. Sobre todo, si se tiene en cuenta que hace veinte años que el peronismo no ganaba una elección intermedia. Fue una elección importante no solo por resultado general, sino por ganar, según se contabilice, en 107 municipio y en 6 de las 8 secciones electorales. Desde ese punto de vista, el peronismo se proyecta a nivel nacional. Los gobernadores miraban especialmente el resultado de la provincia de Buenos Aires, teniendo en cuenta que somos el 40 por ciento de la población del país.
—¿Considera que el triunfo provincial mejoró las condiciones de cara al 26 de octubre?
—Si. Todo es parte de una dinámica. El gobierno nacional profundizó decisiones absolutamente crueles e injustas, lo que hizo que en la provincia haya habido un fuerte apoyo a Fuerza Patria. Esa misma dinámica hizo que un sector importante, un 70 por ciento de los legisladores, contando diputados y senadores, se plantaran frente a decisiones de este tipo, como los vetos a ley de emergencia en discapacidad o la de financiamiento educativo. Todo hace a una dinámica que se supo ecualizar por Fuerza Patria, que logró algo fundamental: ir en unidad. Algunos meses atrás se leía que el peronismo iba atomizado y el oficialismo unido. Bueno, el peronismo logró presentar una lista de unidad para septiembre y octubre.
—¿Qué lectura tiene de las decisiones del gobierno nacional luego de la derrota en la provincia de Buenos Aires?
—Creo que la señal del electorado de la provincia, faro para todo el país, frente al gobierno de Javier y Karina Milei, fue contundente. A su vez, siento que no hubo un reflejo de parte de un gobierno que lleva delante un camino equivocado que la sociedad no quiere. Las decisiones que toma después, como los vetos, muestran que no tomó nota de esa señal que el pueblo le dio al gobierno nacional. Ahí, me parece que nosotros tenemos una responsabilidad enorme frente a las elecciones del 26 de octubre. Como lo dice Kicillof, necesitamos en el Congreso la mayor cantidad de diputados para que en los debates que se den los próximos dos años de gestión de Milei se pueda frenar la intentona del gobierno nacional de gobernar por decreto y con decisiones autónomas y absolutamente sesgadas contra la sociedad.
—¿Cree que el gobierno puede torcer el rumbo en materia económica?
—Uno siente que, en muchas materias, no hay gobierno. Y, en materia económica, me parece que hay una visión absolutamente sesgada desde el punto de vista financiero. No hay ninguna visión sobre la economía productiva. A eso se le suman las últimas decisiones buscando un sobreendeudamiento, yendo a Estados Unidos a buscar lo que, hasta ahora, es una promesa para después del 26 de octubre. Están tomando decisiones para hacerse de dólares que deberían llegar a las arcas del Estado durante los próximos meses pero que faltarán en octubre, noviembre y diciembre. Por lo hecho con las retenciones, se genera un déficit desde el punto de vista presupuestario, donde algunas cuentas hablan de 1.500 millones de dólares. Al mismo tiempo, todo este movimiento para hacerse de estos dólares generó un impacto negativo en los productores. Los productores vendieron los granos que les costó producir con el costo de las retenciones incluido, y hoy las cerealeras los comercializaron obteniendo este beneficio que terminó en manos de 4 o 5 vivos que actuaron en la intermediación. Está claro que no hay una brújula en la economía. Incluso, desde lo financiero, parece que van tapando agujeros y buscando parches para llegar al 26 de octubre en una actitud electoral y sin rumbo claro para después.
—¿Espera un nuevo triunfo del peronismo?
—Todas las medidas que está tomando el gobierno nacional, incluso, el expreso acompañamiento del presidente Trump a Milei a, como dijo, los efectos de reelegir como presidente, no tienen ningún impacto positivo en el vecino de a pie. No lo tiene en el comerciante que no vende, no lo tiene en los empresarios del parque industrial que ven una constante merma en la demanda. Son medidas que no tienen impacto en la economía real de los argentinos. Al mismo tiempo, estoy convencido de que vamos a ganar las próximas elecciones.
—¿La sociedad interpreta el valor de contar con legisladores nacionales?
—Coincido con la idea de que lo que se discutió de cara a la elección del 7 de septiembre era más tangible. Era, de alguna manera, defender la responsabilidad que tuvieron los municipios frente a un gobierno nacional que no estuvo presente y que se retiró. Ahí se puso sobre la mesa la responsabilidad del gobierno provincial y de Axel, de tratar de generar todas las medidas compensatorias para cualquier política pública, como la salud. En este punto, frente al corrimiento de Nación, combinado con las dificultades económicas que tenemos, llevó a un incremento del 30 por ciento de la demanda dentro de nuestro sistema público.
—¿Ahora es más difícil?
—Hay que discutir y debatir mucho para poder explicar la importancia de tener un Congreso donde Fuerza Patria tenga la fuerza necesaria con una cantidad de legisladores para poder frenar el avasallamiento de Milei sobre la sociedad. Hay que hablar y estar cerca de la gente. Igualmente, está claro que los bonaerenses, sobre el último tramo de la campaña, mirarán el impacto político que tendrá la elección y tendrán dimensión.
—¿Complica más el nuevo sistema?
—Ahora tenemos un sistema electoral nuevo con la boleta única en papel que el gobierno nacional diseñó. Tiene sus dificultades porque todos los cambios mueven un poco la estantería. Entonces tenemos que hacer docencia y explicar el nuevo sistema en el territorio. Los que estamos cerca de los vecinos e instituciones intermedias haremos el mayor esfuerzo para que se entienda. Incluso, hemos hechos algunos tutoriales para explicar el nuevo sistema pero, ante todo, para poder dimensionar la importancia de la próxima elección.
—¿Cómo espera que sea su rol en la Legislatura?
—Es un muy lindo desafío para esta etapa. En Diputados vamos a tener dos diputados más de los que tenemos actualmente en el bloque. Hay un desafío importante porque en este momento donde la Nación viene recortando recursos de manera contundente, donde ya le debe a la Provincia 12 billones de pesos, es central que la Legislatura acompañe las políticas públicas que lleva adelante el gobernador. El rol de nuestro bloque va a ser central para que salgan todas las leyes que necesita el gobernador en un momento tan difícil para tener buena gobernabilidad.
—¿Hay un diferencial por ser intendente?
—Me parece importante el aporte que podamos hacer todos los que seamos parte del bloque. Los que tenemos mucha experiencia en lo territorial podemos hacer un buen aporte porque permanentemente entendemos que la negociación política y la búsqueda de consenso es el mecanismo necesario. Aquí, en nuestro distrito, casi todas las ordenanzas salen de manera unánime. Habrá que tener la cintura política para negociar, sobre todo con los sectores permeables. Tendremos que darnos la estrategia para que tengamos todas las leyes que necesitamos.
—¿La sociedad pide consenso y acuerdos o prefiere ir a fondo en la dirección contraria a Milei?
—Creo que es responsabilidad nuestra, al menos en la provincia, generar un clima de consensos. Así hay que transmitírselo a la sociedad. Sería un error tener una posición diametralmente opuesta haciendo a lo que hace Milei en la Nación, donde le da la espalda al Congreso. La política es buscar consensos. Aunque tuviéramos mayoría en Diputados, siempre hay que buscar el diálogo con quienes son permeables al debate y los consensos. Creo que la sociedad está cansada de estos posicionamientos extremos y, de alguna manera, fundamentalistas.
—En un municipio con un amplio sector agropecuario y con un parque industrial, ¿hay que desideologizar parte de los debates?
—Primero, quiero resaltar la gran posibilidad que tiene el municipio de contar con un parque rural con una actividad económica importante en pleno conurbano. A su vez, en paralelo el parque industrial de Burzaco con más de 300 empresas que le ponen un esfuerzo enorme donde la gran mayoría son pymes. Creo que la respuesta la resumiría en una palabra: comunidad. Pensamos nuestro distrito como una comunidad y pensamos así para trabajar con todos los sectores. En el parque industrial, además, somos parte de la mesa de decisiones porque es un sector industrial planificado mixto. Y ahí estamos sentados, con los empresarios en la misma mesa, donde hoy nos cuentan que están con muchísimas dificultades.
—¿Qué dicen?
—Lo plantearon claramente en un documento el día de la industria. De todas maneras, apuestan al municipio, apuestan a seguir invirtiendo, mantienen a sus trabajadores aún en momentos donde están con hasta un 40 por ciento de capacidad ociosa. Y apuestan al futuro. En este momento estamos lanzando la tercera etapa del parque industrial que permitirá ampliarlo. En esta sintonía trabajamos también con el sector rural, con productores que van desde la cría de pequeños animales a la producción frutihortícola. Trabajamos en que se sientan parte del desarrollo de la comunidad. Ahí, más allá de las divergencias que pueden aparecer, buscamos el norte de la actividad económica del distrito sea la comunidad organizada y el desarrollo de Almirante Brown.
—¿Cómo se sostiene la obra pública en este contexto económico y la salida del gobierno nacional?
—Hoy nos hablan de superávit y equilibrio fiscal ¿no? Bueno, hoy podemos hacer obras porque municipios como Brown, junto con la gran mayoría de los que integran la provincia de Buenos Aires, tenemos las cuentas ordenadas y cumplimos con nuestras obligaciones y responsabilidades. A su vez, podemos hacer grandes inversiones en obra pública porque tenemos presupuestos absolutamente ordenados. Tal es el caso de la estación de trenes de la Universidad Guillermo Brown.
—¿Cómo se logró?
—Pudimos reiniciar la obra que estaba a un 30 por ciento luego de firmar un convenio con Trenes Argentinos para que con fondos propios del municipio se pueda terminarla en beneficio de toda la comunidad, principalmente, de quienes asisten a la UNAB. El gobierno nacional paralizó alrededor de mil obras en la provincia cuando asumió en 2023, de las cuales 37 eran en Brown. Muchas pudimos retomarlas con fondos propios y otras, como hacen en todos los distritos, pudimos conveniar con el gobierno provincial a partir de la decisión de Kicillof y su ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis. De esta manera, pudimos contar con apoyo económico para continuar las tareas en, por ejemplo, dos pasos bajo nivel, la puesta en valor de la Ruta 4, la construcción de cuatro edificios educativos nuevos, la ampliación de otros a partir de la construcción de aulas y dos polideportivos, entre otras. Nosotros tenemos la concepción de que el conurbano necesita mayor infraestructura social. El Estado tiene que enfocar ahí. Los vecinos demandan y necesitan infraestructura social. Me parece que es un rol estrictamente del Estado, porque no hay privado, como dijo Milei, que venga a terminar el Polideportivo de Calzada que después utilizan los chicos de las escuelas y los centros de jubilados.