El presidente del Club de Vuelo Libre Los Caranchos de Tucumán admitió que fue una falla de seguridad del piloto que acompañaba a la médica Natalia Vargas en el momento que cayó de un parapente, desde 120 metros de altura, lo que ocasionó su muerte. La admisión, que confirma lo que se ve en un video difundido en los medios de comunicación y que diluye la responsabilidad del club en el instructor, también llegó acompañada del rechazo de la versión inicial que sostenía que la joven presa de un ataque de pánico durante el vuelo había provocado el desprendimiento de su equipo y su caída. El padre de la joven, Juan José Vargas, cuestionó el trabajo de la fiscal, denunció al club y la falta de control sobre la actividad por parte del gobierno provincial.

El piloto Sergio Bujazha, presidente del club y responsable de la firma Loma Bola Vuelo y Aventura, aseguró que pudo ver en el video difundido que “la pasajera no tenía puesto el equipo correctamente, esto pudo deberse a una distracción del piloto (Ariel Salazar) que la acompañó en el vuelo”. Para el experto “se puede ver que la pasajera despegó sin las perneras colocadas que son parte del equipo que sujeta las piernas, y en cambio las llevaba colgando”. 

De acuerdo a Bujazha, el checklist (lista de comprobación) previo al despegue habría sido incompleto. “No quiero adelantarme pero quizás algo distrajo al piloto por lo que no concluyó con el proceso de seguridad”, sostuvo, y explicó que “cuando se está por volar el piloto debe asegurarse de cerrar bien los seguros de cada uno de los elementos del equipo como el casco, el arnés y las perneras. El arnés se conecta al parapente y si realmente el piloto no le puso perneras a la pasajera, se sujetará por un tiempo en el aire hasta que queda colgando de las axilas y finalmente cae, como sucedió con Vargas”, detalló.

El presidente del club también descartó la primera versión que corrió tras la muerte de la joven de 28 años, que sostenía que se había soltado en medio de un ataque de pánico. “Esa versión de los hechos debe haber salido de otra parte, no estoy seguro si de parte de la policía, que pudo haber malinterpretado los primeros dichos del piloto ni bien aterrizó”, afirmó.

Por otra parte, mientras la Fiscalía I, a cargo del caso, ordenó el peritaje del equipo de parapente que utilizó la médica y su celular, los investigadores buscan en la zona donde fue hallado el cuerpo una cámara GoPro, que llevaba la joven para registrar el vuelo, y que podría aportar más detalles sobre la travesía y su desenlace.

Al respecto, el padre de la joven aseguró que “en la mochila de Natalia estaba anexada una cámara que filma todo el vuelo y lamentablemente nadie sabe dar respuestas de por qué no aparece”. “Si mi hija la llevaba, tendría que haber caído cerca de donde ella cayó. Si no, la habrán escondido para ocultarla como prueba”, afirmó el padre a un portal de noticias.

Para Vargas, quien calificó el accidente de su hija como “homicidio culposo”, hay “una cadena de ineficiencia y corrupción sólo con el fin de recaudar dinero”, y donde “el instructor es una víctima más de este sistema perverso que tiene el dueño del club en complicidad con el gobierno, ya que no cumple con las normas de seguridad, las horas de vuelo que deben tener y nadie los controla. El marco de inseguridad e irresponsabilidad es grande. No hay una ambulancia en el lugar por si hay un accidente. La organización se realiza en condiciones muy inseguras. Me doy cuenta de todo esto después de la tragedia”, se lamentó.

También le apuntó a la fiscal Mariana Rivadeneira porque “nunca fue al lugar” del accidente, y a la justicia que “no hace nada”. La familia de la joven fue la que aportó las imágenes del momento del despegue de Natalia junto al instructor.

Hasta ayer, el instructor Salazar no había sido imputado por ningún cargo. Según Bujazha, se encuentra en estado de shock, y en la justicia esperan que declare en los próximos días.