Toda una vida en la estación de Bahía Blanca Sud. Ingresó en 1988 y se jubiló el 30 de junio de este año. Era el encargado, pero no pudo dejarle la llave a un sucesor. “Era algo que siempre imaginé, pero no había nadie más”, dice José María González a sus 62 años. Fueron 37 años de servicios en el ferrocarril, hasta que Javier Milei decidió que el tren no viajará más a Bahía. Un golpe más a una ciudad olvidada por el gobierno nacional. Un capítulo más en la “desaparición” del ferrocarril bajo la gestión libertaria que sigue clausurando ramales y vende los terrenos de las estaciones, uno tras otro, en la provincia de Buenos Aires.

“Vi el auge de los trenes cuando llegué, vi El Zapalero que iba a Zapala en Neuquén, el tren que salía a Bariloche e incluía tres furgones que llevaban bloques de sal y otras cargas. Estaba el rosarino, el servicio a Punta Alta, el cortito a Olavarría y la ‘chanchita’ a Puerto Belgrano. Eran como diez servicios. Y en los noventa vi cómo desaparecían los servicios y los pueblos. Pero esto es diez veces peor porque quieren la desaparición total del ferrocarril”, relata González a Buenos Aires/12 con alguna que otra risa de por medio. Una risa nerviosa al final de cada oración.

Esa risa no parece provenir de una alegría. Tapa otros sentimientos, porque González habla de “un enorme dolor”. La gestión de Milei dilapidó cualquier futuro del servicio Constitución-Bahía Blanca y una de las preocupaciones del último encargado pasa por el destino de la estación bahiense. Los antecedentes recientes no son alentadores. En Barrow, partido de Tres Arroyos, Elordi de General Villegas o Mouras en Daireaux, el Estado nacional se desprendió de los terrenos ferroviarios y pasaron a manos de privados.

Para González, la voluntad de Milei es la misma que advierte Martín Marinucci, ministro de Transporte bonaerense. “Es todo para negocios inmobiliarios”, apuntan. Bajo esta premisa, Marinucci profundiza el análisis y recuerda que al frente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) está Nicolás Pakgojz, hombre vinculado a IRSA, uno de los principales desarrolladores inmobiliarios del país y dueño del Hotel Libertador, lugar donde Milei vivió sus primeras semanas como Presidente.

El ministro, que también estuvo al frente de Trenes Argentinos en el gobierno del Frente de Todos, recuerda que en su gestión se recuperaron 89 estaciones en todo el país. Varias en la provincia de Buenos Aires, que permitieron, por ejemplo, que el tren regrese a Divisadero en Pinamar, o haya una frecuencia diaria a Junín.

A pesar de este contexto, Marinucci no descarta seguir trabajando en propuestas que posibiliten recuperar el ferrocarril para el transporte de pasajeros. Al menos, desde la Provincia. Menciona el proyecto del senador Pedro Borgini, que propone crear una sociedad operadora provincial. También está el Plan Estratégico de Desarrollo Ferroviario en la Provincia de Buenos Aires que está e evaluación junto con la Asociación Latinoamericana de Ferrocarriles.

Sin embargo, el ministro el claro. “Es difícil si se piensa desde la coyuntura, se trata de proyectar a treinta años para generar una política pública y una acción, así pienso yo las cosas, porque si se piensa en 'sanciono una ley y ya quiero los trenes sobre las vías', no va a pasar”, explica. Habla de la precisión que debe tener un gobierno para trazar un plan perdurable, sustentable, con todos los sectores, “porque todos entienden que hay que sostenerlo”.

Martín Marinucci, minitro de Transporte de la Provincia de Buenos Aires.

Pero hay un pero. Marinucci subraya que “lo que ha hecho Milei va en contra lo que se habían comprometido sectores que hoy son funcionales a este ferrocidio”. Incluso, dice, gobiernos locales que aplaudieron el retorno del tren a sus ciudades y hoy festejan las decisiones libertarias. 

El desguace

El 10 de mayo de 2024 un tren embistió a otro en Palermo. Fue la excusa perfecta para que Milei decrete la emergencia ferroviaria bajo el DNU 525/24. En aquellos días, Alexis Guerrera, ex ministro de Transporte de la Nación, explicó cómo la falta de inversión desatada en diciembre de 2023 acrecentó las chances del accidente que tuvo noventa heridos.

Aquel decreto presidencial generó las condiciones para el desguace. La facilidad para disponer de recursos y el manejo de la infraestructura ferroviaria posibilitó, por ejemplo, desafectar “de la concesión y del uso ferroviario el inmueble otorgado a la empresa Ferroexpreso Pampeano Sociedad Anónima, ubicado en la calle Circunvalación S/N°, dentro del Cuadro de Estación Mouras, Localidad Salazar, Partido de Daireaux”. El lote de 84.600 metros cuadrados pasa a la AABE para, entre otras opciones, subastarse.

González, desde Bahía, recuerda los mismos movimientos durante la década de los años noventa. Dice que en 1994 se sintió “con un pie afuera”. Logró sobrevivir a los despidos por ser auxiliar. “Arranqué limpiando coches, después baños, estuve en las barreras, después estuve de llamador, de controlador de equipaje, en la boletería, y llegué a relevo de auxiliar en el playón de carga hasta que en 2015 pasé a jefe de estación”, recorre su historia.

No quiere que la estación de Bahía Blanca corra el mismo destino que Mouras. Cuenta que integra la Comisión Regional del Sur e intenta que la Provincia se haga cargo del servicio. En las últimas horas, mantuvo una reunión con el intendente bahiense, Federico Susbielles, que se comprometió a reparar los vidrios que se rompieron durante el temporal de marzo de este año.

Hoy, dice, está tranquilo. De alguna manera, todo pasó. Para González, con el arribo de Milei era muy difícil esperar otro resultado. “Con el cambio de gestión en el 23 empezamos a comernos las uñas, pero pasó lo que iba a pasar porque desde el momento que asumió no hubo ganas de que haya tren”, relata. Señala que el Concejo Deliberante pidió informes y “nadie daba bola”. El personal dejó de tener tareas y desde marzo, luego del trágico temporal que azotó la ciudad, empezaron a llegar los telegramas. Entre Bahía y Olavarría dejaron sin jefe a todas las estaciones.

“Yo seguía viniendo de lunes a sábados las ocho horas, la estación fue siempre mi segundo hogar”, sostiene González. “Fue mi segunda familia”, dice en más de una ocasión. No se quiebra y vuelve a hablar con algunas risas. Menciona a su papá y sus tíos, también ferroviarios. “Para estar en el ferrocarril no tenés que ser empleado, tenés que quererlo”, reflexiona. Hace un silencio de un par de segundos. No ríe. “Cerrar la puerta fue una tristeza terrible”, asegura.

Un modelo de conexión

Marinucci también habla de tristeza. Recuerda que, durante su gestión, el ramal se revitalizó. Tal como explicaron desde La Fraternidad a este diario, era un servicio superavitario. El gran problema siempre estuvo en el mantenimiento de la infraestructura, responsabilidad de Ferroexpresso Pampeano, la empresa concesionaria que no realizó las inversiones correspondientes. Para marzo de 2023, un nuevo descarrilamiento ya había dejado a bahía sin tren. Milei sólo liquidó las esperanzas.

El ministro señala que, por ejemplo, para el caso del tren a Pinamar realizaron la gestiones para que pase a depender de la Provincia, pero no hubo una respuesta favorable. Cabe recordar que en los noventa, la administración del ferrocarril pasó a la provincia. Tiempo después se creó Ferrobaires, empresa que María Eugenia Vidal decidió cerrar, dejando cientos de pueblos abandonados. El gobierno nacional, bajo la gestión de Mauricio Macri, desatendió todos los servicios.

Con el arribo del Frente de Todos se recuperaron servicios históricos, como el tren a Mendoza. Ya con la ola violeta en la Casa Rosada, una docena de servicios de larga distancia dejaron de funcionar, lo que incluyó el tren a Pehuajó o el tramo Mercedes-Tomás Jofré. Por eso, Marinucci acrecentó las gestiones para fortalecer el transporte terrestre y conectar pueblos y ciudades a pedido de los intendentes y por indicación de Axel Kicillof.

“Pusimos la nueva línea 352 ente Mercedes y Chivilcoy, que pasa por Suipacha y Alberti, para que muchos estudiantes puedan ir a la universidad”, remarca. “Nos piden la extensión a Bragado y ahora estamos trabajando con Tres Arroyos para que cuente con un sistema de transporte interurbano dado las localidades costeras que tiene y que ahora tendrán más movimiento en vacaciones”, detalla el ministro. Cuenta que también el partido de Magdalena tiene un proyecto para contar con una línea que municipal porque “ven que la decisión del gobernador es que el transporte es un derecho y el Estado debe garantizarlo”.

No pasa por alto la inversión de 75 mil millones de pesos mensuales en compensación tarifaria para las 130 líneas de colectivos provinciales en el área metropolitana. Por estas horas, anuncia, se está trabajando en el presupuesto 2026 para continuar aminorando el gasto diario que significa el boleto de colectivo para los bonaerenses.

También menciona los 3.540 millones que invierte el gobierno provincial en el interior, donde se subsidia las líneas que no encuentran un equilibrio financiero. “Siempre está el deseo de que una empresa tenga mayores y mejores ingresos para que tenga más choferes y mejores salarios, queremos que el servicio sea más redituable para el empresario, pero hay que ser justos con localidades que necesitan conectividad”, advierte. Puede ser, dice, que en algún momento esa conexión fuera por el ferrocarril.

Es en este punto donde el ministro marca mayor distancia con el gobierno nacional. Asegura que nadie debe estar imposibilitado de viajar a su trabajo porque no puede pedir un auto particular. Sostiene que el arraigo debe ser una matriz que direccione las políticas de transporte. “Hay que seguir trabajando a largo plazo por el ferrocarril, pensando que somos la provincia con el 37 por ciento de la población y con una necesidad logística importante para movilizar su producción”, apunta Marinucci.