Débora Mansilla no pudo superar las quemaduras y los golpes que sufrió el 25 de diciembre pasado, y murió el miércoles, a los 20 años, en el Hospital Provincial de Rosario. Tenía una beba de un año con su pareja, Brian Fabián Olmos, de 21, quien luego de presentarse quedó detenido. La chica que vivía en Villa Gobernador Gálvez había salido de su casa envuelta en llamas, tras un episodio violento con Olmos. En la audiencia imputativa del 27 de diciembre pasado, el fiscal de Flagrancia José Luis Caterina le imputó al joven lesiones graves agravadas por la situación de violencia de género y solicitó prisión preventiva, pero el juez Carlos Leiva decidió liberarlo, con restricciones. Tras el desenlace, la causa pasó a la fiscalía de Homicidios dolosos, a cargo de Florentino Malaponte. Olmos se presentó y quedó detenido. El lunes, a las 11.30, familiares de la víctima y organizaciones de mujeres se movilizarán hasta el Ministerio Público de la Acusación.

Según testigos, el agresor había golpeado a su pareja, y le provocó lesiones graves con quemaduras. El acusado dijo que ella se había prendido fuego sola. Al no poder corroborar la mecánica, y por la falta de antecedentes del acusado, Leiva le había decidido liberarlo, aunque le prohibió acercarse a familiares de la víctima, también le impidió el contacto con la hija en común, le ordenó que fijara domicilio en la ciudad y que fuera a firmar una vez por semana en la Oficina de Gestión Judicial. Ayer, Olmos se presentó y quedó detenido. “Débora salió corriendo de su casa a pedir ayuda, y algunos vecinos la empujaron a la zanja para que se apagara con el agua. Si hubiera querido matarse, no habría corrido a la calle”, expresó Fernanda Serna, de la organización Ademur, que acompaña a víctimas de violencia de género.