Ayer por la mañana, organizaciones sociales y del movimiento de mujeres marcharon por el centro de la capital de Corrientes para reclamar acciones contra la violencia machista, a días de que se registraran dos femicidios y el intento de un tercero en la provincia. La manifestación, que partió de la plaza Juan de Vera, en el microcentro, pasó por la Municipalidad de la capital y la Casa de Gobierno para llegar, luego, Superior Tribunal de Justicia.

“Cuando matan a una, nos matan a todas”, dijo Carolina González, activista de la organización Congénero que también advirtió que “deberíamos pensar qué nos está pasando como sociedad para que estas cosas sucedan, cuando ninguna mujer debería morir en estas circunstancias”.

La manifestación reclamó políticas públicas, de Estado, para prevenir la violencia machista y contener a sus víctimas, además de “otro tipo de accionar del poder judicial y policial para combatir los femicidios y la violencia de género”. 

“Queremos que el gobierno tome enserio esta problemática realizando políticas públicas de prevención. Corrientes cerró el año 2017 con siete femicidios y ahora ya comenzamos con dos. Reclamamos que esta cifra no aumente”, señaló González, en referencia a los crímenes de Irina López y Karina Macedo.

López, de 15 años, murió desangrada tras ser víctima de una violación en la pensión de la capital donde vivía con su madre, su hermanita de seis años –quien la halló agonizante y pidiendo ayuda a gritos– y su hija de seis meses. La joven “murió desangrada a raíz de la agresión sexual”, contó días atrás la fiscal Graciela Fernández Contarde a este diario. Luego de descubierto el crimen, el presunto agresor, un inquilino de la pensión, huyó del lugar y fue detenido en la terminal de ómnibus. Sus cinco amigos que intentaron encubrirlo también fueron detenidos.

Macedo, de 50 años, fue asesinada, descuartizada y calcinada, y por el crimen fue detenido su pareja, el locutor y productor radial Walter Segundo. El cadáver de la mujer fue hallado a la vera de un arroyo en Curuzú Cuatiá, bajo un puente conocido como “Castillo”. La desaparición de la mujer había sido denunciada por sus vecinos del barrio Ralín.