Cuando el ex presidente de Uruguay José “Pepe” Mujica ingresó al auditorio de la sede porteña del PJ, la militancia reunida se puso de pie y tapó con un aplauso general una milonga de Alfredo Zitarrosa, que sonaba de fondo. “Estoy acá porque no soy neutral, lo que me ha dado varios dolores de cabeza”, arrancó el octogenario ex mandatario para agradecer los gestos de bienvenida “de los compañeros justicialistas” y adentrarse en una nueva conferencia centrada en la necesidad de un “cambio cultural en las bases de la civilización”, y que dejó varias definiciones sobre la coyuntura argentina, de la región y del mundo. Sentado junto al presidente del PJ, el diputado José Luis Gioja, Mujica se definió como “el hincha político número uno del Papa”, criticó “el verso de que los grandes CEOs pueden administrar un país” y sostuvo que, para volver al Gobierno, los partidos nacionales y populares no deben esperar “un regalo del cielo” sino “comprometer a la gente y organizarla”.

Como de costumbre, Mujica habló de “una profunda crisis civilizatoria”, producto de la economía de mercado que, dijo, “no deja ser felices” a los ciudadanos. En ese marco, aventuró “un cambio fenomenal en el mundo del trabajo”, en sintonía con lo que expresa Francisco cada vez que recibe a los movimientos sociales. “El reemplazo de la mano de obra humana por robots es trágico, es el drama que se nos viene encima, y va a despertar tanto epopeyas sociales como un problema para los propios capitalistas, porque los robots no consumen”, dijo.

En el tramo destinado a la realidad argentina, el ex mandatario uruguayo le apuntó a “los que dicen que administrar el país es como administrar una empresa: de acá”, dijo y cruzó los brazos, despertando uno de los aplausos más prolongados de la tarde. “Pobre de los países que no cultivan la independencia en el conocimiento técnico, están condenados a pagar tributo por la ciencia”, dijo en relación a los ajustes en la materia en el país, y pidió “terminar con el verso de los gerentes que gobiernan mejor”.  

Mujica fue invitado a disertar en el marco de una actividad organizada por el Instituto de Formación y Capacitación Política del PJ nacional, bajo el lema “Unidad para la Patria Grande. Unidad para la justicia social”. En sintonía con la apelación a “la actualización de la doctrina peronista” que reinó en los discursos de presentación, Mujica pidió no enfrentar esos “problemas nuevos” que describió “con herramientas viejas”. En una autocrítica de los procesos progresistas de la región, aseguró que “no alcanza con el crecimiento de la economía y la distribución de la riqueza” y que “hay que prepararse para una batalla cultural contra el sistema”. “Volver no va a ser un regalo del cielo. Hace falta comprometer a las masas y organizarlas”, propuso.

“Pepe” llegó pasadas las siete de la tarde, junto al ex gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, de la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y de los dirigentes de la CGT Héctor Daer y Juan Carlos Schmid. En una de las alusiones más concretas al tema convocante, Mujica aseguró que “el siglo XXI nos encontró desunidos”, en relación a la situación del continente. Gioja, más temprano, lo había presentado como un “ejemplo a seguir” por sus esfuerzos en la creación de la Unasur, y el ex coordinador de la Unidad Presidente, Rafael Follonier, recordó que “el voto de Mujica fue clave para que Néstor Kirchner asumiera la primera presidencia” de ese organismo, en 2010.  

Tras criticar a los CEOs, Mujica pidió a los dirigentes combatir “el descrédito de la gente en la política” y “no caer en el acomodo”. “Los caciques no hacen la historia, la historia la hacen las masas y los caciques hacen espamento de eso”, arremetió. “Es indispensable que la gente vuelva a creer”, concluyó.

La variedad de dirigentes peronistas que acudieron a escuchar al ex presidente uruguayo -el jefe del bloque de diputados del FpV, Héctor Recalde, el dirigente massista Alberto Fernández, el ex presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez, el ex secretario de comercio Guillermo Moreno y el referente de la CTEP Esteban Castro, entre otros- fue uno de los datos de la tarde y no pasó desapercibido. Follonier presentó a Mujica como “el único capaz de juntar tantos peronistas distintos”. “Festejo la diversidad de compañeros presentes”, dijo Gioja frente al auditorio, y agregó que “el peronismo es tan grande que siempre hay matices, pero lo que nos une es que siempre queremos la responsabilidad de conducir al país”.

“Estamos unidos por Artigas, por San Martín y por Perón”, le dijo Gioja a Mujica antes de entregarle un escudo del PJ. “Soy hincha político de Francisco. Es el primer Papa con el que se puede jugar al truco. Pero también piensa y da patadas donde las tiene que dar”, aseguró el ex mandatario, quien, más distendido, dijo haber abandonado sus “berretines juveniles” para transformarse en un “sembrador de semillas en el viento”. “La pregunta que debemos hacernos es si somos felices. Es increíble que la gente vaya a pasear a los shoppings”, dijo y golpeó la mesa.