El Gobierno convocó a negociar por separado a los distintos sectores involucrados en la discusión de la reforma de la ley de Ganancias. Como adelantó este diario, el macrismo no accedió al planteo de una mesa multisectorial, sino que prefirió hacer encuentros separados. Hoy sería la primera reunión con la CGT, aunque el presidente Mauricio Macri recibió ayer en la Quinta de Olivos a Hugo Moyano. En Casa Rosada, prefieren no contestar directamente al ultimátum de una semana que les fijó Miguel Pichetto. No obstante, llegado el caso, presentarán un proyecto “avalado por los gobernadores” para que se discuta en el Senado.

Luego de conseguir demorar el avance del proyecto opositor, tras una ardua negociación con los gobernadores y con Pichetto, desde el Gobierno hicieron la convocatoria a negociar un texto consensuado. A diferencia de lo que pedían los peronistas, desde el PRO optaron por llamar a cada sector por separado: los gobernadores, los senadores y diputados y la CGT. Lo anunciaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en una conferencia de prensa, después de una reunión de coordinación que encabezó Macri.

“El Presidente nos planteó la necesidad de convocar a los distintos sectores involucrados para buscar una solución en el marco de la responsabilidad y la seriedad que siempre hemos planteado”, indicó Peña. Las negociaciones, según detalló el ministro coordinador, se darán en paralelo: mientras el Gobierno mantienen contactos con la CGT y los gobernadores, la vicepresidenta Gabriela Michetti y al presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, se comunicaron con los senadores y el titular de la Cámara baja, Emilio Monzó, con los diputados. En las reuniones con la CGT, que ya comenzaron, están además de Frigerio, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y los secretarios de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, y de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui.

Peña se deshizo en elogios a Pichetto y a los gobernadores que apoyaron un parate al proyecto opositor. Incluso se mostró elogioso con Massa, a quien había calificado como “la persona menos confiable del sistema político”. Ayer circuló la versión de una llamada entre Massa y Macri, pero fue desmentida por el entorno del líder del Frente Renovador. Sí señalaron que tuvo conversaciones con los negociadores del macrismo, luego de que Pichetto le dijera a Macri que Massa tenía que estar dentro del acuerdo. Massa intercambió mensajes y llamadas tanto con Peña como con Frigerio.

–¿Vos estás o rompés todo? –le preguntó Peña.

–Yo siempre me mantengo discutiendo la ley –respondió Massa.

Habrá una reunión el próximo lunes a la que asistirán Graciela Camaño y Marco Lavagna.

En la conferencia de prensa, Peña se mostró esquivo sobre el plazo que les fijó Pichetto: “Lo importante es dialogar sin imponernos una fecha límite. La cultura del diálogo y del encuentro exige darnos el tiempo necesario para poder sentarnos y articular posiciones, sabiendo que hay posturas contradictorias”. Está claro que en el Gobierno no buscan mantener ese plazo, sino prolongar las negociaciones hasta el año próximo.

“Entendemos la necesidad de Pichetto de mantener la unidad del bloque y meter presión”, señalaban en Balcarce 50. “Pero él dijo que la pelota la tenía nosotros e hicimos la convocatoria. Ahora nos quiere manejar los plazos legislativos”, decían en la Rosada. “Tenés 22 provincias que dicen que hay que frenar y discutirlo en profundidad y al jefe de la bancada que dice que tenemos una semana”, indicaron. Las alternativas que baraja el Gobierno son o bien consensuar un proyecto con menor costo fiscal o confrontar al de la oposición con uno acordado previamente con los gobernadores.

Sobre los impuestos que buscaba generar la oposición, Peña reiteró el rechazo oficial: “No vamos a promover aquellas cosas que vayan a alterar el ciclo inversor”. Frigerio aclaró que podrían discutir algún impuesto al juego. “No existe el realismo mágico de poder decir que sólo con una expresión de voluntad se resuelven todos los problemas”, insistió el jefe de Gabinete.

Previo a la reunión de coordinación que encabezó Macri, el oficialismo buscó darle un gesto a la CGT con el encuentro de Macri con Moyano. Si bien no había sido informado en la agenda del presidente, uno de los macristas que mantiene la relación con el dirigente sindical aseguró que “estaba programado hace una semana”. ¿De qué hablaron? “No hablaron de Ganancias, sino de temas de su gremio. Lo de Ganancias lo manejan con la conducción de la CGT”, aseguró el dirigente del PRO.  La fecha, no obstante, no es inocente: al recibir a Moyano precisamente cuando se está discutiendo Ganancias, el Presidente buscó influir sobre la CGT. Le queda una semana para convencer a los senadores.