Desde su formación en 2012, el cuarteto Música para volar se dedicó a recrear la obra, primero, de un disco icónico de Soda Stereo (el acústico Comfort y música para volar que en 1996 el trío registró para la cadena Mtv), ampliando luego esa propuesta para tomar distintas obras de Gustavo Cerati. La búsqueda, sin embargo, no se ancló en la interpretación fiel de ese vasto repertorio, sino que apuntó a la gestación de espectáculos de alto impacto (como los conciertos sinfónicos junto al Ensamble Municipal de Vientos dirigido por Fernando Ciraolo, con el que realizaron funciones en El Círculo y el Teatro del Centro Cultural Parque de España). Esta noche a las 21.30 y mañana a las 20.30 en la Terraza de Lavardén (Mendoza 1085), el grupo que integran José Matteucci en voz y batería, Alexis Thompson en guitarras, Julieta Sciasci en bajo y Bruno Moreno en piano (a quienes se sumarán Julia Testa en violín, Paolo Ferrara en violoncello y Facundo Aride en saxo) volverá a abordar aquel disco iniciático, aunque con un valor agregado: esta vez, Comfort y música para volar sonará acompañado de imágenes del gran Stanley Kubrick.

"Son todas escenas de su filmografía sincronizadas para generar clima con las canciones, van dialogando con lo que sucede musicalmente y en la letrística", anticipa en ese sentido Matteucci, que profundiza: "Una característica de la fotografía de Kubrick es que al ser tan arquitectónica, al tener un ritmo de montaje tan perfecto, venía muy bien para combinarla con la música. Al principio empezamos a jugar con algunas escenas que se nos venían a la mente, escenas muy icónicas de la filmografía de Kubrick, y veíamos que funcionaba. El juego fue creciendo, empezamos a pensar en qué relato paralelo podíamos establecer con imágenes, a veces más figurativo, en otras más simbólico".

Para el cantante y baterista, esa propuesta lejos está de pretender generar nuevas lecturas sobre la obra de Soda Stereo: "Más que una propuesta concreta, se trata de agregar este elemento para desorganizar la lectura. Eso permite retransitar los discos. Con este grupo pensamos mucho en el valor de la relectura, qué pasa con la repetición, algo muy propio de la música y que es diferente a otras disciplinas artísticas. Esa repetición, lo que se pone en juego en este ejercicio de reconocimiento de lo que ya escuché, es algo que tiene la música y es un misterio: nosotros charlamos sobre cómo repetimos muchas veces la misma canción y cada vez es diferente. Es difícil de entender, pero cada vez que uno toca las mismas notas, la misma sucesión de acordes, pasan cosas diferentes. Ese es el misterio que nosotros queremos seguir disfrutando".

En paralelo a proyectos donde le dan vuelo a sus facetas autorales (Moreno es compositor de música académica, Thompson se encuentra en proceso de grabación de su disco solista, Matteucci y Sciasci crean sus canciones en el grupo Juan), los integrantes de Música para volar han logrado fortalecer un proyecto con un público creciente y una búsqueda estética que no se detiene en el mero homenaje. "Lo que hacemos es poner a la música como protagonista. Cada vez que pensamos una nueva presentación estamos generando un espacio para vivir la música, y que nos lleve a donde nos quiera llevar".