Cuando el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, despidió a su empleada Sandra Heredia a través de un mensaje grabado, con insulto incluido, es posible que no haya imaginado el costo político de esa decisión. Sobre todo porque aquel escándalo sacó a la luz que “Sandrin”, como la llamaba cuando la apreciaba, era también empleada de la intervención del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). Una vez que se tiró de ese hilo saltó una nómina, incompleta por ahora, de 172 designaciones entre las que figuran militantes y ex legisladores del PRO e incluso hasta un amigo y el yerno del juez que ordenó la intervención, Rodolfo Canicoba Corral. Según el concejal de Avellaneda que rompió con el PRO, Daniel García, el control del sindicato “fue la caja de la campaña de (la ex interventora) Gladys González y el reducto de pagos para los militantes macristas”. García denunció a la actual senadora y aseguró a PáginaI12 que tanto ella como Triaca no sólo deberían renunciar sino hacerse responsables de “los oscuros manejos” en el SOMU.

Suele decirse que no hay peor astilla que la del propio palo y que las denuncias surjan de un dirigente político que participó del nacimiento del PRO, como es el caso de García, da cuenta de la vigencia del refrán popular. “Yo los conozco a todos y sé cómo se manejan”, dijo para luego afirmar que la intervención del sindicato que supo conducir Omar “Caballo” Suárez se pergeñó casi al mismo tiempo en que Mauricio Macri llegaba a la Casa Rosada. “El ideólogo es Juan Rinaldi quien supo ser abogado de laboralista del ‘Caballo’, que compartía la dirección de una consultora con el actual marido de González, Manuel Mosca”, señaló el concejal en referencia al actual presidente de la Cámara de Diputados bonaerense.

García sostiene que este armado les permitió al tándem González-Mosca-Rinaldi “desviar fondos” hacia la Fundación Azul. El concejal no se quedó en la simple declaración y denunció a González por malversación de fondos. Cuando García intenta definir a la senadora González piensa unos segundos y luego dice que “es una persona que no tiene ningún tipo de miramientos para satisfacer sus objetivos personales”. No parece conforme con ello y entonces recuerda su denuncia de agosto de 2016 contra González, quien a través de mensajes por la red de Whatsapp le advertía que aquel macrista que fuera designado, por ejemplo en el SOMU pero también en cualquier área que controle el macrismo, “debe aportar el 10 por ciento de su sueldo a la fundación”, dice y muestra la captura de pantalla de aquella conversación. Esto enfureció a García que hasta ese entonces era el presidente del bloque de concejales del PRO en Avellaneda y la denunció ante la justicia bonaerense. La causa no avanzó lo que esperaba y el dirigente decidió abandonar Cambiemos para formar un bloque unipersonal: Podemos.

La actual senadora no es la única que utilizó su capacidad para otorgar favores. Por caso, la denuncia de García incluye a Sergio Tejada, cuñado del juez Canicoba Corral, y que tiene a su cargo la obra social del SOMU. En tanto, el ministro Triaca dejo en el SOMU a Sergio Borsalino, esposo de Silvia Triaca, y de quien dice ser el responsable de haber despedido a Sandra Heredia del cargo que tenía en el SOMU.

Con la nómina de los empleados designados por la gestión de González, el concejal inició la búsqueda de rostros conocidos en el macrismo y así encontró a Sheila Adano, vicepresidenta de los jóvenes PRO; Ari Julián Nogueiras, vocal de la juventud PRO; María Celeste Gracca a quien define como “la consejera” del PRO; Camila González, secretaria de la JPRO; Sebastián Villalobos, militante del sector de González en Avellaneda y Fernando Rodeles, integrante de la Fundación Pensar. 

La lista es más extensa y mientras García buscaba más caras conocidas entre los empleados de la intervención, el portal El Disenso anticipó más detalles de esa nómima como los siguientes militantes del PRO: Luis Rech, concejal del bloque de la UCR en Mar del Plata; Gustavo Pretzsch, vicepresidente del PRO de Alberdi; Jorge Carlos Alonso, interventor en la Fundación Azul designado por Triaca; Luis Abdeneve, ex jugador de Boca; Cristian Eben Austin, responsable económico del PRO en Chubut; Alfredo Bertonasco, nombrado por Triaca para reemplazar a González; Diego Macias, delegado de González en SOMU Corrientes; Adrián Soria, secretario del bloque de Diputados de Santa Fe; Walter Benítez, vocal de la lista de Manno que compitió en el SOMU con la bendición de Triaca y que fue derrotado; Gonzalo Mansilla, candidato a Parlamentario del Mercosur; Gabriel Giovio, hombre de confianza de González en Acumar y Cristina Gadea, delegada ante el SOMU de Corrientes.

El concejal aseguró que esta es una lista corta, que hay más de 172 y que poco a poco irán saliendo a la superficie. Cuando se le pide una definición de la senadora, el concejal piensa antes de hablar: “Gladys González pretende instalarse como una de las referentes de la transparencia y el cambio pero acá está demostrado que representa una burla y una mentira al que hay que sumarle el accionar mafioso que lleva adelante. Ella es la recaudadora”.