El Gobierno designó a María Kammerath, hija mayor del ex secretario de Comunicaciones de Carlos Menem Germán Kammerath, como directora de Derechos de Aterrizaje y Autorizaciones de la Dirección General de Asuntos Satelitales. El nombramiento es a partir del 1º de diciembre y se efectivizó a través de la decisión administrativa 120 publicada ayer en el Boletín Oficial con las firmas del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Modernización, Andrés Ibarra.

Cuando Macri asumió la presidencia se especuló con la posibilidad de que Germán Kammerath, de buena relación con el Grupo Macri, se integrara de algún modo a la secretaría de Comunicaciones. Sin embargo, las numerosas denuncias que acumuló durante su paso por la gestión pública nacional y la condena que recibió en octubre de 2015 por beneficiar con un contrato de seguimiento satelital a la empresa Radioaviso cuando era intendente de Córdoba, bloquearon esa posibilidad. 

La Cámara Segunda del Crimen lo condenó entonces a 3 años y medio de prisión, pero además agregó la pena accesoria de “inhabilitación perpetua” para ejercer cargos públicos para el ex dirigente de la Ucedé, que ejerció como intendente en el período 1999-2003 como resultado de un acuerdo político entre Carlos Menem y José Manuel de la Sota. 

Pese a ello, Kammerath nunca perdió su influencia en el sector de las comunicaciones, donde también hizo carrera en el sector privado como lobbysta de firmas telefónicas. Algunos de sus ex compañeros en la función pública están hoy en la secretaría de Tecnologías de la Comunicación y las Telecomunicaciones.  De hecho, el actual secretario Héctor Huici trabajó entre 1993 y 1996 en la Comisión Nacional de Comunicaciones como gerente de Regulaciones y Asuntos Jurídicos (1993/94) y asesor de la presidencia (1995/96), período en el que Kammerath fue subsecretario de Comunicaciones de Menem. Esos contactos ayudaron a su hija mayor, abogada egresada de la Universidad Católica Argentina y ex novia del actual jefe del bloque de Diputados del PRO Nicolás Massot, a quedar al frente de una oficina que permanecía vacante desde que en julio renunciara Santiago Espósito.  

La política satelital del gobierno viene generando polémica porque mientras la construcción del Arsat 3 continúa paralizada ya autorizó 23 satélites extranjeros que compiten con el Arsat 2 y vuelven cada vez más inviable el proyecto de un Arsat 3.