El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, abrió una grieta adentro del Gabinete de Mauricio Macri al ser el primero que se pronunció abiertamente “a favor de la despenalización del aborto”. “Es mentira que toda la información (genética) para ser un ser humano está desde el principio”, en la concepción, explicó el funcionario y sostuvo que las víctimas de la penalización de la interrupción de un embarazo genera “una profunda asimetría entre las mujeres que pueden y no pueden practicársela".

El aborto “ocurre más allá de la ley, y lo que hay es una profunda desigualdad de oportunidades", definió el ministro durante una entrevista por radio Con Vos en la que fundamentó su posición, que contrasta con la del resto de los funcionarios y legisladores de Cambiemos que ayer se pronunciaron de manera ambivalente al respecto y solo se expresaron a favor del debate en el Congreso.

“Si bien la vida humana comienza con la concepción, las característica de la persona se generan gradualmente durante la gestación. Lo que es mentira es que toda la información (genética) para ser un ser humano está desde el principio. El ADN es igual, pero la información entendida como orden cambia. En un huevo duro, uno no hierve un pollito”, explicó Barañao, quien sustentó sus argumentos en su condición de científico especializado en Biología de la Reproducción y Bioética.

Desde ese lugar, dijo estar “a favor de la despenalización del aborto” pero “no a favor del aborto, porque me parece el peor método anticonceptivo”. “Lo que no es concebible –agregó- es estar en contra del aborto y en contra de la educación sexual o de la anticoncepción. Eso refleja una visión religiosa que sí atrasa.”

Barañao dio el puntapie inicial y luego trascendió que el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, también tuvo una expresión “a favor de la despenalización del aborto”. Quien quedó en el borde de la grieta entre el sí y el no fue el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein. En una entrevista a Clarín dijo estar “a favor del debate” sobre la despenalización y reconoció que “en los países donde el aborto es legal, la cifra de abortos que se hacen no es mayor que la de los países donde es ilegal” y que en esos lugares “se ha reducido drásticamente la mortalidad materna”.

No obstante, el funcionario recurrió al argumento de que el debate “recién comienza y hay que esperar la maduración” y puntualizó que la despenalización se trata de “un tema espinoso que tiene muchas aristas jurídicas, éticas, morales. Las creencias han frenado la discusión”. En este sentido evitó pronunciarse si está a favor o en contra. “No importa lo que yo piense. Soy el ministro de Salud y mi deber ahora es promover este debate”, se atajó e indicó que “el aborto es el fracaso cuando no hay educación ni se provee anticoncepción” y reconoció que, en ese sentido, “hay cosas que debemos mejorar”.

Por otra parte, durante la entrevista radial, Barañao también fue consultado por la situación de los trabajadores del Conicet, ante los despidos masivos dispuestos por su Ministerio. “Yo tengo que defender los intereses de la investigación del CONICET, no de los investigadores", respondió el funcionario e hizo una comparación con la gestión del gobierno anterior con la que justificó los recortes: "Es otro contexto presupuestario que el gobierno anterior. Ahora estamos en un plan de ajuste".