Ocho de cada diez personas consideran que el gobierno debe manejar de forma más flexible la negociación con los docentes. El Ejecutivo forzó la situación de huelga que se concretará el lunes y martes, convencido de que hay una mayoría que se opone a los paros de los maestros. Eso puede ser que suceda tras cierto desgaste, pero de entrada, la gente está más bien de acuerdo con las posturas de los gremios docentes: sucede que una vasta mayoría sabe que la oferta del 15 por ciento, sin cláusula gatillo, es inaceptable para cualquier ciudadano común y, por lo tanto, también inaceptable para los maestros.
Como se ve, un 52 por ciento afirma que está de acuerdo con la frase de que “el gobierno debería ser más flexible en la negociación salarial con los docentes porque merecen un sueldo digno”. A eso se agrega que otro 31 por ciento sostiene que está parcialmente de acuerdo. Del otro lado, pequeñas minorías del siete por ciento dicen que están totalmente en desacuerdo con una negociación más flexible y otro siete por ciento se manifiesta parcialmente en desacuerdo. Es decir que sólo un 14 por ciento es partidario de la dureza que hoy exhibe el gobierno nacional y los gobiernos provinciales. Los números tienen su lógica: como es obvio, todos los encuestados viven los aumentos de luz, agua, gas, transporte y por lo tanto, al menos de entrada, sintonizan con el reclamo de los maestros. Por eso es que consideran que tiene que haber otra flexibilidad en el diálogo.
“El Gobierno debería ser más flexible en la negociación salarial con los docentes porque merecen un sueldo digno”