Tom Wolfe lo guardó todo. Los manuscritos, los artículos, las cartas, los mails, los dibujos y las invitaciones del escritor estadounidense, fallecido el 14 de mayo a los 88 años, llenan 219 cajas apiladas en la biblioteca pública de Nueva York. La institución compró en 2013 el archivo del autor, con documentos que datan de 1930 a 2013, por más de dos millones de dólares. La biblioteca expone desde la muerte de Wolfe algunos documentos de las numerosas cajas, entre ellos partes del manuscrito de su libro más famoso, La hoguera de las vanidades. “He pasado tanto tiempo en la biblioteca pública desde el día en que llegué a Nueva York, en 1962, que no lo siento como si mi archivo se trasladara. Viene a casa”, dijo Wolfe entonces.