La sorprendente afirmación fue desarrollada a través de una serie de tuits donde, un subsecretario del ministerio de hacienda, comparó la evolución de la deuda durante el último mandato de Cristina Kirchner con los dos primeros años de Macri. Según Luciano Cohan, la deuda pública del Tesoro (neta de tenencias de bonos de otras agencias públicas) consolidada con el Banco Central (le suma el swap con China y las Lebac y le resta las reservas internacionales) pasó del 15 al 26 por ciento del PIB entre 2011 y 2015, para llegar hasta el 29 por ciento en 2017. Luego toma sólo la deuda neta en dólares consolidada, que pasó de “8,8 por ciento del PIB en 2011 a 19,4 en 2015 y a –ATENCION–17,8 por ciento en 2017”, por lo que concluye que “la posición neta en dólares del gobierno... no solo no empeoró en los últimos dos años: está mejorando”. 

Pero las afirmaciones del funcionario PRO tienen menos sustento que la actual política de endeudamiento, y se basan en dos manipulaciones estadísticas que poco tienen para envidiarle al antiguo Indec de Moreno. Por un lado, el PIB está dibujado, especialmente el de 2015 que sería de 450 mil millones de dólares según datos “preliminares publicados por Indec”, “promedio de 4 trimestres” y “cifras redondeadas” que toma del informe de deuda que publica el Ministerio de Hacienda. Pero más que redondeadas son cifras manoseadas, ya que el PIB promedio de 4 trimestres en dólares que publica el Indec fue de 632 mil millones de dólares en 2015. Es decir, redujeron artificialmente el PIB en dólares de 2015 para generar un incremento en la relación deuda/PIB del último mandato de Cristina y, a la vez, disminuir su evolución posterior. Seguramente justificaran el dibujo en que tomaron el PIB de 2015 a la cotización del dólar blue, una forma elegante de imputar el impacto en los indicadores de deuda de la devaluación implementada al asumir Macri, al gobierno que le precedió.

La otra manipulación es sumar a la administración de Cristina, los 15.129 millones de dólares emitidos por Macri para pagar a los buitres y demás acreedores en default. Algo que no corresponde ya que, las pérdidas de reservas y el swap con China de finales del mandato K, fueron parte del costo que debió afrontar dicha administración por negarse a pagar semejante cifra por una deuda cuyo capital nominal no llegaba al tercio de ese valor. Si se corrigen las cifras del PIB y se contabiliza en el mandato de Cristina 3532 millones de dólares de la deuda buitre (aplicando a una quita similar a la de los canjes 2005 y 2010 sobre el capital e intereses caídos), la evolución de la deuda neta consolidada en relación al Producto fue de 17 por ciento en 2011, 14 por ciento en 2015 y 25 por ciento en 2017, mientras que la deuda neta consolidada en dólares pasó del 6 por ciento del PIB en 2011 al 12 por ciento en 2015 y el 17 por ciento en 2017. 

Es decir, la deuda neta consolidada en pesos y dólares pegó un incremento brusco en sólo dos años de gobierno de Macri y el deterioro de la “posición neta en dólares del gobierno” muestra que, lejos de solucionar los problemas externos que jaquearon el último mandato de Cristina, se están tapando los agujeros tomando créditos sin perspectiva de repago.

@AndresAsiain