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Guillermo Saccomanno

Literatura rusa

Durante varios días de octubre llueve y también ese día de luto un aguacero se derrama sobre la multitud acongojada esperando entrar en la Casa Rosada, una fila interminable que viene a despedir a

Guillermo Saccomanno

Antes del después  

Sin cigarrillos, sin alcohol, sin clona. Primero duda de su voluntad pero la falta tiene su lado positivo: deja los cigarrillos, el alcohol y las pastillas.

Guillermo Saccomanno

El sufrimiento de los seres comunes

EL CUENTO POR SU AUTOR

Guillermo Saccomanno

Llamados nocturnos

El diario informa apenas: “Amanda Bruni, su fallecimiento”. Y no mucho más: la mención a su actividad en el teatro independiente como actriz, directora y dramaturga.

Guillermo Saccomanno

Traducir una ética

En su reciente novela El último Hammett, Juan Sasturain recurre a una lengua neutra, de traducción, en la que resalta el tú, a la manera de las novelas negras que se leían en Argentina en los años 60 y 70. Pero aquí se conjetura que este gesto directo sobre el uso de la lengua va más allá del homenaje y se convierte en un experimento literario donde se juegan una visión y una ética.

Guillermo Saccomanno

Veinte años

Quién era yo en aquel mayo de 1968. Recuerdo una cita que había encontrado en Paul Nizan y me representaba: Yo tenía veinte años.

Guillermo Saccomanno

El hombre que no amaba a los perros

Hacia los años 20, Carl Van Vechten se propuso escribir un estudio enciclopédico y desmesurado, una suerte de historia cultural de los gatos. Este libro que ahora se publica en castellano, El tigre en la casa, sugiere que Dios hizo a los gatos para que el hombre pudiera acariciar a un tigre. Y, además, explica por qué los gatos siempre han sido los animales favoritos de dandies, bohemios y artistas soñadores.

Guillermo Saccomanno

La acusación de los desesperados

Acaba de editarse el volumen Acerca del suicidio de Karl Marx, con textos tempranos y prácticamente desconocidos en nuestro país. El joven Marx piensa e investiga el suicidio y lo conisdera un síntoma de la lucha social general. También toma nota de la situación de la mujer, su sometimiento y la situación de los asilos para dementes.

Guillermo Saccomanno

Los años ochenta

Ha conocido a innumerables celebridades poéticas norteamericanas, de T. S. Eliot y Ezra Pound a Marianne Moore y Robert Bly. A muchos de ellos los ha sobrevivido. Nacido en 1928, Donald Hall ya había abandonado la pretensión de escribir poemas pero aun así se animó a unos textos breves en prosa que se publicaron en The New Yorker, revista de la que fue su primer editor de poesía, y que luego se integraron al libro Ensayos después de los ochenta, una meditación no carente de humor sobre los numerosos males y las escasas ventajas de llegar a viejo siendo poeta o viceversa.

Guillermo Saccomanno

El alma rusa, el gusto francés

Cuando lo descubre entre los años 1906 y 1912, apenas lo registra en sus célebres Diarios, pero no por eso Dostoievski deja de ser una presencia fuerte y una corriente turbulenta que entra a la vida de André Gide con ímpetu, dejando huella. Testimonio de ello es Dostoievski (Ediciones del susbsuelo), una serie de artículos y conferencias que revelan el impacto de lectura del gran novelista sobre un Gide que poco a poco se deja ganar por el conflicto existencial del alma rusa.

Guillermo Saccomanno