El líder del PSOE da por hecho que conseguirá respaldos y la derecha se moviliza contra una amnistía a los participantes en el fallido proceso catalán de independencia.
Después de las elecciones del domingo, el recuento de votos en el exterior, en el que Argentina es el país con más electores, puede mover todavía algún escaño.
Pedro Sánchez necesita un pacto con los nacionalistas catalanes para mantener el poder, pero quizá haya que hacer nuevas elecciones.
El riesgo del bloqueo político planea sobre unas elecciones convocadas de urgencia y en pleno verano.
El líder del PP precisaría la alianza con Vox para ser presidente. La extrema derecha llega a unas elecciones con posibilidades ciertas no de ganarlas, pero sí de formar parte de un gobierno.
España lleva meses en un clima preelectoral continuo, pero no será hasta la medianoche del próximo viernes cuando dé comienzo oficialmente la campaña para las elecciones del 23 de julio. El bloque de la derecha aparece por delante del de la izquierda en los sondeos.
Pablo Iglesias intenta llegar a acuerdos, al tiempo que es resistido por excompañeros. El PSOE necesita su apoyo con buen caudal de votos para lograr la presidencia.
El líder socialista no dudó en asumir en primera persona la debacle en las elecciones municipales y regionales. El país salta de una campaña a la otra, con el bloque de derecha crecido y la izquierda seriamente desmovilizada.
El PP se consolida especialmente en Madrid, donde barrió tando en las autonómicas como en las municipales de la capital. La formación conservadora le arrebata al PSOE al menos seis de sus 10 gobiernos regionales.
A seis meses de que el presidente se juegue su reelección, los españoles votan sacudidos por escándalos de compra de votos.