Continúa diariamente el vía crucis de la cifra de infectados y fallecidos, disponibilidad de camas en Terapia Intensiva, ascenso continuado de número de víctimas, medidas para reducirlas.
A principios de la década de los 70, comenzaba el uso de los respiradores en los hospitales en tiempos en que la estructura asistencial estaba en pañales en Buenos Aires.