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Eterna e inmutable

 Por Horacio Verbitsky

Una de las objeciones más curiosas a la propuesta designación de Raúl Zaffaroni como juez de la Corte Suprema de Justicia fue que era soltero y no tenía hijos lo cual lo descalificaría a la luz del Derecho Romano, que exigiría padres de familia “para comprender y hacer el bien a la mayoría social que juzga” (sic). Un debate equivalente se produjo en Estados Unidos, con una fuente de conocimiento algo más antigua, la Santa Biblia, y con un difusor algo más calificado que el diario de humor y negocios que impugnó a Zaffaroni: la médica, psicóloga, autora de best sellers y consejera familiar Laura C. Schlessinger.
Desde hace diez años, Schlessinger conduce en California el segundo talk show más oído en Estados Unidos. Doce millones de personas la escuchan a través de 300 estaciones de radio y le formulan consultas que ella contesta. Es entrevistada en forma habitual en los principales diarios y cadenas de televisión y ha recibido todos los premios imaginables. Uno de sus diez libros se titula Los diez mandamientos. El significado de la ley de Dios en la vida cotidiana. En uno de sus programas recientes dijo que la homosexualidad no podía ser consentida, apoyándose en el versículo 18:22 del Levítico: “No te echaras con varón como mujer, es abominación”. Un oyente le envió una amable carta, en la que le agradece sus enseñanzas. Para compartirlas con todos sus conocidos le pide “algún consejo adicional respecto a otras leyes bíblicas y cómo cumplirlas”:
a) Me gustaría vender a mi hermana como esclava, tal y como indica el Éxodo, 21:7. En los tiempos que vivimos, ¿qué precio piensa que sería el más adecuado?
b) El Levítico, 25:44, establece que puedo poseer esclavos, tanto varones como mujeres, mientras sean adquiridos en naciones vecinas. Un amigo mío asegura que esto es aplicable a los mexicanos, pero no a los canadienses. ¿Me podría aclarar este punto? ¿Por qué no puedo poseer canadienses?
c) Sé que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras esté en su período de impureza menstrual (Levítico 5:19-24). ¿Cómo puedo saber si lo están o no? He intentado preguntarlo, pero muchas se ofenden.
d) Tengo un vecino que insiste en trabajar en el Sábado. El Éxodo 35:2, establece que merece la pena de muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarlo yo mismo?
e) En el Levítico 21:20 se establece que uno no puede acercarse al altar de Dios si tiene un defecto en la vista. He de confesar que necesito anteojos para leer. ¿Mi agudeza visual tiene que ser del 100 por ciento? ¿Se puede rebajar un poco esta condición?
f) La mayoría de mis amigos (varones) llevan el pelo bien cortado y cuidado, incluso en la zona de las sienes, a pesar de que esto está expresamente prohibido por el levítico, 19:27. ¿Cómo han de morir?
g) Sé gracias al Levítico, 11:6-8, que tocar la piel de un cerdo muerto me convierte en impuro. ¿Puedo seguir jugando al basket si me pongo guantes?
h) Mi tío tiene una granja. Incumple lo que se dice en el Levítico 19:19, ya que siembra dos cultivos distintos en el mismo campo, y también lo incumple su mujer, ya que lleva prendas hechas de dos tipos de tejido diferentes (algodón y poliéster). El, además, se pasa el día maldiciendo e insultando. ¿Es realmente necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para lapidarlos? (Lev 24:10-16). ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión familiar privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos? (Lev 20:14). Sé que usted ha estudiado estos asuntos con gran profundidad, así que confío plenamente en su ayuda. Gracias de nuevo por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable.

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