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Encabezar el departamento de noticias de un canal de aire es una tarea por demás ardua y desgastante. Pero mucho más si la labor se desarrolla en América, un canal de neto corte periodístico, sensible a la información urgente. “Es un puesto agotador pero al que uno siempre aspiró”, reconoce Diego Kolankovsky, quien desde hace algunos días reemplaza a Eduardo Cura en la gerencia de noticias de América. Productor de “La cornisa”, el programa que conduce Luis Majul, Kolankovsky se enfrenta ahora con una tarea difícil: organizar las 16 horas semanales que ocupan los noticieros.
–¿Es posible realizar modificaciones sustanciales en un departamento rígido como el periodístico?
–Creo que sí. El periodismo en televisión primero es televisión. Es decir, antes de hacer periodismo tenemos que ser conscientes de que hacemos un programa de televisión, por lo que estoy buscando reformular las formas de hacer un noticiero. Si no atraemos al público no tenemos a quién contarle las historias periodísticas. Respetando los valores periodísticos, lo que quiero hacer es un show periodístico, sin estancarnos en la información más urgente.
–¿Pero no se corre el riesgo de perder rigurosidad periodística?
–No, porque se respetan la rigurosidad de la información, el chequeo de las fuentes, el aspecto ético que debe acompañar cada información. Lo que cambió es cómo se la transmite. Al haber 15 noticias diarias que son reproducidas por todos los canales, los noticieros ya no deben preguntarse el ¿qué? sino el ¿cómo?. Ahí es donde América se ubica a la vanguardia: tratamos de seguir contándole a la gente aquello que le importa, pero de una manera más atractiva. Los noticieros de América tienen una identidad: estar cerca de la gente, informando y ayudando a solucionar los problemas.
–¿No está conforme con el periodismo televisivo actual?
–Hay dos líneas marcadas. La línea editorial de América es la de la libre expresión de sus periodistas. No hay un posicionamiento con ningún partido político. Cada periodista y programa tienen total libertad para trabajar. No creo que en todo los canales sea así: está muy definida la posición política de algunos. Hay programas que saben cómo deben alinearse. En América ningún periodista se casa ni jura amor por alguien.
–¿Cuál es el valor agregado de los productos periodísticos de América?
–El rigor periodístico es lo principal. Lanata, Majul, Zlotogwiazda o Tenembaum están a años luz de muchos periodistas de la competencia: es un equipo heterogéneo pero creíble. Nuestros programas no copian ni imitan a ningún otro. La competencia, en los últimos años, no inventó nada: sólo toma lo que funciona en América. Con la diferencia de que un Lanata o un Majul no tienen nada que ver con Grondona o Longobardi.