DEPORTES › MAURO GIALLOMBARDO, EL CAMPEóN DE TC

Se robó la gloria

La historia de amor que amasó con la marca Ford arrancó por 1994, cuando con su padre Néstor se embarcó en una camioneta roja hacia su primera experiencia como espectador de Turismo Carretera. Pasaron varios años hasta que Mauro Giallombardo, ese chiquilín que por entonces tenía cinco abriles y que hoy está a punto de cumplir 23, por fin pudo retribuirle a la marca del óvalo todo ese cariño, para convertirse en el segundo campeón más joven en la historia de la categoría más popular.

“Si me hubieran dado a elegir un circuito para consagrarme hubiera elegido éste”, expuso con la sinceridad de quien siente sus palabras desde adentro, en el autódromo Roberto Mouras en el que forjó los primeros pasos de su carrera y en el que había tenido en 2008 su pico máximo con la consagración –con varias fechas de anticipación– en TC Mouras, la tercera división del TC, que hace epicentro en el circuito de La Plata, el mismo en el que se definió el domingo el campeonato. Fue la 18ª carrera que Giallombardo corrió en ese circuito y su 12ª victoria.

Giallombardo no ocultó su felicidad por darle esta corona a la marca del óvalo, y en el podio le tendió la mano a un festejo alocado con los miles de hinchas de Ford que lo esperaban a sus pies y a los cuales les ofrendó nada menos que su casco.

Se le veía una alegría esencialmente adolescente, por el título y por poder celebrar sin remordimientos su segundo triunfo en TC. El primero se dio el 13 de noviembre de 2011 en Balcarce, cuando fue luchando hasta la última vuelta con Guido Falaschi, una victoria que nunca pudo celebrar. Su madre Liliana aceptó que toda la familia sentía “una emoción terrible porque se trabajó con todo” para el logro.

“Desde los 8 años que Mauro me dice ‘voy a ser campeón de TC’, y por suerte lo consiguió. Estamos muy emocionados”, dijo minutos después de la consagración, con lágrimas todavía recorriendo sus mejillas por la consagración de su “pequeño gran bebé”.

Se preparó con todo el Rana de Bernal, pese a que aclaró que se dedicó a “disfrutar” toda la previa. Por eso viajó hacia Dolores, para encontrarse con su preparador, Johnny Laborito, y chequear que el motor con el que correría en La Plata era tan explosivo como el fin de semana se vio en la pista. Y luego fue hasta Lincoln, a ver a Sebastián Mauriño, su ingeniero de pista y amigo personal, para chequear el auto con el que le ofrendó el título a sus hinchas, a sus colegas, a aquellos con los que hubiese festejado si el campeón no hubiera sido él.

Pero lo fue, y dijo que con este título le “choreó un pedacito de historia al Turismo Carretera”. Tiene esa costumbre de salir campeón año por medio. Lo fue en el 2008 en el TC Mouras, en el 2010 se consagró en el TC Pista, en este 2012 le tocó el TC. Quiere debutar en el SuperTC2000, después de haber corrido TC2000 hasta la temporada pasada. ¿Le llegará el título en el 2014, para seguir la racha?

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Imagen: Télam
 
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