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La ansiedad del debut se consumía esta mañana, cuando el seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, se presentaba ante el poderoso equipo australiano, por la primera fecha del grupo A del quinto mundial. Y en medio de ese nerviosismo normal que aparece en cada comienzo de competencia, la sabiduría de Agustín Pichot será fundamental para el funcionamiento de Argentina. Con motivo de la lesión que marginó a Lisandro Arbizu, este licenciado en marketing se convirtió en el nuevo capitán de la selección y, a los 29 años, el jugador de Stade Française se encuentra ante la posibilidad de poder consolidarse entre los mejores del mundo. Antes de partir hacia Australia, Pichot dejó en claro cuáles son sus prioridades en este certamen.
–Más allá de los objetivos colectivos, ¿vos te pusiste algún objetivo personal para este Mundial?
–Mejorar lo pasado. El Mundial anterior fue bueno en lo personal, pero hay que mejorarlo mucho más. Siempre hay que tratar de avanzar, porque de lo contrario te quedás como jugador y como deportista. Pero que no se entienda mal: yo no quiero destacarme solo, lo mejor que puedo hacer es brindarme entero por el equipo.
–¿Para vos qué sería una frustración en este campeonato?
–Seguramente no clasificar a la segunda ronda. Eso sería retroceder en el tiempo, porque en el último Mundial accedimos por primera vez a la segunda fase, y ahora por lo menos tendríamos que repetir.
–¿No superar esa instancia sería lo peor que le puede pasar a este equipo?
–Sí, porque el objetivo es pasar a la segunda instancia del torneo, y no hacerlo sería tremendo. Realmente sería algo muy triste. La verdad, es algo que no me quiero imaginar.
–Después de un año mundialista en todos los deportes, ustedes, los del rugby, son la última selección que juega su mundial. Por lo que sucedió el año pasado, ¿sienten una presión extra?
–Sí, existen presiones, pero a veces son buenas. Hay que tratar de sacar las partes negativas de las presiones, para trasladarlas a algo positivo. Me parece que en cualquier actividad de la vida hay un punto donde aparece la presión, pero la clave será asimilarla de la mejor manera.
–¿Sienten la necesidad de una reivindicación por lo que le pasó al seleccionado de fútbol?
–No. El fútbol está en otro nivel, ellos tenían una presión enorme. Antes de comenzar el Mundial eran favoritos, y nosotros no somos favoritos ni mucho menos.
–¿Estás convencido de que ahora a Los Pumas los miran de otra manera?
–Creo que sí. Ahora hay que volver a ganar ese reconocimiento de nuevo, porque eso sucedió en los últimos cuatro años. Yo creo que todo lo que se hizo en este ciclo fue muy importante.
–¿Y sentís mayor responsabilidad por ser el nuevo capitán del equipo?
–No siento nada especial. Sigo teniendo las mismas responsabilidades que tenía antes para con el equipo. Yo soy consciente de que tengo que jugar de la mejor manera para que Argentina salga exitosa en cada partido que juegue.