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Con una actuación soberbia, David Nalbandian derrotó 6-3, 6-1 al español Juan Carlos Ferrero, en el partido del grupo Azul que abrió el Masters de Houston, que reúne a los ocho mejores jugadores de la temporada. El cordobés no exhibió ningún inconveniente de la lesión en su muñeca izquierda que le impidió jugar el Masters Series de París. Para hoy está previsto el debut de Guillermo Coria, que a partir de las 16 se enfrentará al alemán Rainer Schuettler por el grupo Rojo (televisa ESPN).
Nalbandian, octavo en el ranking, venía de dos semanas de inactividad, pero en el cemento de Houston ni se notó. Con un excelente servicio y con mucha autoridad en los momentos clave, se impuso ante un inconsistente Ferrero, ex número uno del mundo y segundo preclasificado del torneo. “No podía comenzar mejor mi participación en el primer Masters que con un triunfo, con excelente juego y ante el número dos del mundo”, declaró Nalbandian, que a partir de esta victoria se mostró muy ilusionado con al posibilidad de acceder a las semifinales. “Es muy importante tener 1-0, jugar bien e inteligente. Ahora sólo tengo que pensar en el próximo partido”, remarcó el tenista cordobés.
Estaba claro que las chances del argentino dependían de cómo respondiera su muñeca izquierda, pero Nalbandian pareció no acusar dolor ni sentir las dos semanas de inactividad que traía. Desde el comienzo se mostró firme y golpeando con mucha potencia y seguridad, especialmente el revés, golpe en el que utiliza ambas manos. “También estoy feliz porque no me he resentido de la lesión de la muñeca y todo ha sido perfecto. La verdad es que siempre estuve centrado en el juego y para nada pensé en la lesión”, señaló Nalbandian.
En cuanto al desarrollo del juego, la clave del partido estuvo en la concentración de Nalbandian para aprovechar la chance de quebrar el saque de Ferrero en el sexto game. Hasta allí era todo muy parejo, pero desde ese momento el argentino impuso su servicio y se garantizó el set. Además, pese a la ventaja, no se relajó y continuó presionando al español, que nunca encontró el ritmo de juego. Así se colocó 4-0 muy rápido y casi liquidó el juego. Por más que Ferrero, último ganador de Roland Garros, esbozó una reacción y estuvo cerca de recuperar un quiebre, pero otra vez surgió el saque del argentino para sentenciar el partido.
Nalbandian indicó que la estrategia de juego agresivo contra Ferrero le funcionó a la perfección, pero también reconoció que el español no fue el mismo de siempre. “Tal vez jugué un gran tenis, pero hay que reconocer que Ferrero no se encontró cómodo ni tampoco estuvo a su mejor nivel”, señaló el cordobés, que ahora tiene una ventaja de 2-0 en los enfrentamientos contra Ferrero, dijo que ahora tenía que olvidarse del partido y pensar en el próximo rival porque todavía no ha conseguido la clasificación a las semifinales. “No estoy todavía en las mejores condiciones físicas y todo puede cambiar en el próximo partido y por lo tanto tampoco debo confiarme en cuanto a la lesión por lo que debo tener precaución”, explicó Nalbandian, que ahora se medirá mañana con el perdedor del encuentro entre el estadounidense Andre Agassi y el suizo Roger Federer, que se enfrentaban anoche al cierre de esta edición.
Luego del gran triunfo del número dos de Argentina, hoy será el turno de Coria, cuarto en la preclasificación, quien todavía se encuentra resfriado. El santafesino se medirá con el alemán Schuettler, sexto cabeza de serie, por el grupo Rojo. Posteriormente y por la misma zona, el local Andy Roddick, número uno del mundo y máximo favorito a quedarse con el título, chocará con el español Carlos Moyá, séptimo preclasificado.