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Emanuel Ginóbili no para de sorprender. En cada partido que juega, siempre consigue destacarse, ya sea por una gran actuación, por algún detalle o por una determinada jugada que impacta a los seguidores de la NBA. Sin embargo, su labor en la madrugada de ayer ante Phoenix Suns resultó simplemente increíble, sin dudas la mejor de su carrera. En el partido que medía a los dos mejores equipos de la liga, el bahiense desarrolló una tarea de superestrella y comandó a San Antonio a la victoria con 48 puntos, su mejor marca personal desde que arribó a la liga hace tres temporadas. Pero no sólo fue la cantidad de puntos que anotó. Varias de sus maniobras deslumbraron por la elegancia y la potencia con las que las ejecutó. Incluso, hasta rompió una de las redes cuando su mano se quedó enganchada en una de las volcadas que realizó. Además, el triunfo 128-123 de los Spurs, en suplementario, seguramente quedará en el recuerdo, ya que en el comienzo del último cuarto caían por 17 puntos y parecían entregados. Claro que Ginóbili tenía otros planes...
“Este es un partido que nunca soñé que iba a tener. No soy la primera opción de mi equipo. Salí muy fuerte mentalmente, mi confianza mejoró y luego comencé a tirar tiros difíciles. Sin dudas que todo lo demás vino por añadidura”, señaló el bahiense tras la gran victoria. “Ha sido una gran noche para mí por la marca individual que conseguí y por el brillante triunfo que logró nuestro equipo después de ir perdiendo por 17 tantos”, comentó el argentino, que hasta este partido tenía como record personal una marca de 33 puntos logrados ante Los Angeles Lakers en la temporada pasada. “Quiero que esta noche no termine nunca, pero hay que tener los pies sobre la tierra y pensar en la difícil visita que haremos a Sacramento Kings”, indicó Ginóbili, que recibió los elogios de su entrenador Gregg Popovich. “Fue sobresaliente. Es un competidor destacado. Da gusto dirigir a jugadores como Manu. Es un ganador nato”, señaló el entrenador. Su planilla resultó de ensueño: 48 puntos, con 11-15 dobles, 5-7 triples y 11-12 simples, más seis asistencias, cinco rebotes y un robo en 44 minutos en cancha. Con esta victoria, San Antonio elevó su record a 33 victorias y 9 derrotas, para convertirse en el mejor equipo de liga, por encima de sus vencidos que se mantienen segundos.
La primera jugada del encuentro dejó en evidencia que no sería una noche más para el argentino. Con una volcada espectacular anotó el primer doble del juego y puso en ventaja a su equipo. Luego siguió con un triple para culminar el primer cuarto con 12 puntos y apenas un lanzamiento fallado. Tras un golpe que lo obligó a pasar algunos minutos en el banco, Manu volvió a la cancha para finalizar el primer período con 19 puntos, aunque su equipo perdía por uno. Además, llevaba tres asistencias y dos rebotes. San Antonio cumplió un muy mal tercer cuarto y se fue al último parcial con una desventaja de 17 unidades, que parecían haber determinado al ganador. En ese pasaje, Ginóbili marcó otros seis puntos, entre ellos la volcada que rompió la red, para llegar a 25. A esa altura, la actuación de Ginóbili era espectacular, pero todavía faltaba lo mejor.
Para remontar el partido, Popovich se la jugó por un equipo rápido, con cuatro jugadores perimetrales y Duncan, sin Parker ni Bowen. Pero más allá de la estrategia, la clave del éxito fue la determinación y efectividad de Ginóbili. Dos triples casi consecutivos del argentino volvieron a poner a San Antonio en el juego. Y luego, ya sea a través de penetraciones, lanzamientos lejanos o tiros libres, el campeón olímpico siguió anotando para acercar a su equipo. Sus 17 puntos en el parcial, más dos oportunos triples de Brent Barry, sirvieron para que San Antonio pasara a ganar 111-108 a falta de siete segundos. Parecía el triunfo, pero Shawn Marion anotó un triple sobre el cierre para mandar el juego a suplementario.
Allí el aporte de Ginóbili siguió con otros seis puntos, e incluso en ese pasaje logró la jugada más espectacular de la noche. Recibió la pelota en el centro de la cancha, eludió por la derecha a Joe Johnson y metió una volcada formidable por encima de Amare Stoudemire y Marion. Junto con TimDuncan, que terminó con 30 puntos y 18 rebotes, se encargó de liquidar el partido. Era su noche y la terminó de la mejor manera posible.