DEPORTES › HABRIA SIDO EN EL VESTUARIO, TRAS CAER ANTE OLIMPIA

Goma entre Guille y el Chelo

Las divisiones en el plantel afloraron con la eliminación de la Copa. Diferencias del Mellizo con el grupo Delgado-Riquelme-Traverso.

La eliminación de Boca de la Copa Libertadores provocó diferencias internas –o manifestó enfrentamientos latentes– en el plantel, que el mismo jueves por la noche, después de la caída por 1–0 ante Olimpia, habría desembocado en un intercambio de palabras y golpes entre Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Delgado. En el plantel existen varios grupos bien marcados desde la época de Carlos Bianchi cuyas diferencias nunca afloraron; sin embargo, la convivencia pareció quebrarse en Asunción, cuando el sueño del tricampeonato de América quedó desvanecido. Ahora Boca deberá comenzar una nueva etapa y seguramente, muchos de los actuales jugadores serán transferidos antes del inicio de la próxima temporada.
Cuando los jugadores llegaron al vestuario del estadio Defensores de Chaco, Barros Schelotto le habría dicho a Delgado: “Ustedes (por Delgado, Juan Riquelme y Cristian Traverso) están cagando a Boca.” Delgado le respondió de inmediato, y la discusión habría subido de tono hasta finalizar en golpes de puño. El incidente demoró la salida del plantel del estadio: Boca abandonó el vestuario recién pasada la medianoche.
El enfrentamiento cobra dimensión enmarcado en la vieja división que reina en el plantel: por un lado, Barros Schelotto y Mauricio Serna, quienes antes estaban aliados con Martín Palermo y Jorge Bermúdez; y por el otro, los anteriores mencionados. En la intimidad, además, el mellizo habría calificado como “positivo” el alejamiento de Traverso al club mexicano La Piedad.
Una vez en Buenos Aires, Barros Schelotto se refirió, en forma pública, a la delicada relación que mantiene con Delgado y Riquelme, con un tono sincero pero moderado: “Como en todo grupo, yo tuve mis amigos y con otros una relación sólo profesional, de compañero, que es lo que pasa con el ‘Chelo Delgado’. No soy su amigo como no son otros de él u otros de mí”. Y sobre su vínculo con Riquelme explicó: “Por afinidades, vos te juntás con otros, es el caso mío, lo cual no significa que tenga una mala relación con él. No hay amistad fuera de la cancha, pero nada más”.
Una vez más, al igual que en su anterior paso por el club, el técnico Tabárez parece mostrar cierta fragilidad para controlar al grupo, algo en donde Bianchi nunca había tenido inconvenientes.
Para colmo, en el viaje de regreso, el avión que trajo ayer al plantel desde Paraguay tuvo que pasar tres horas en el aeropuerto de Rosario, por una goma pinchada. Como el aeroparque metropolitano estaba cerrado a la madrugada, el charter tuvo que hacer escala en Rosario, para pasar por Aduana y Migraciones. Pero el trámite se complicó debido a una pinchadura en un neumático, por la que se tuvieron que quedar allí hasta la mañana, para que los técnicos calibraran las demás ruedas, y luego continuar viaje a Aeroparque, donde arribaron a las 7.

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