ECONOMíA › LA LIGA DE AMAS DE CASA SALE A LA CAZA DE FONDOS

Lita busca cómo parar la olla

 Por Cledis Candelaresi

Si la proyectada movida de la Liga de Amas de Casa resulta exitosa, esta entidad sin fines de lucro podrá administrar alrededor de 60 millones de pesos al año. Todo depende de si la organización que comanda la mediática señora Lita de Lázzari consigue, efectivamente, cobrar la cuota societaria de su casi medio millón de asociadas, a las que intenta seducir con la oferta de prestaciones modestas pero variadas: seguro de vida, sepelio gratuito, servicio médico, óptico u odontológico, entre otras varias. La apuesta incluye acuerdos con un importante multimedio, compañías de seguros y un difundido sistema recaudador. La organización de trabajadores del hogar se metió de lleno en el mundo de los negocios, aunque niega intentar alguno.
Socias tiene y muchas. El problema es que pocas pagan la cuota neta de 8 pesos mensuales que les permite acceder a los servicios prometidos. Según el asesor Edgardo Tedes, la módica recaudación actual apenas redondearía los “15 mil pesos por mes”, de los cuales a la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios de la República Argentina le queda una modestísima ración, apenas suficiente para cubrir gastos operativos.
Hace un año, la organización suscribió un acuerdo con el Banco Ciudad con la intención de poder cobrar la mensualidad a través del débito automático en tarjetas de crédito. Pero de inmediato surgieron dos inconvenientes insalvables, que dejaron en condiciones de utilizar este mecanismo a sólo 4 mil de las 500 mil asociadas. Uno: el alto costo administrativo, que casi duplicó el monto de la cuota, llevándolo a 15 pesos. Otro: una altísima proporción de postulantes no pudo pasar el filtro del Veraz, adonde las socias aparecían identificadas por algún u otro incumplimiento.
Pero todo podría cambiar, y rápidamente, si la campaña que está a punto de encarar doña Angela “Lita” Palermo de Lázzari resulta eficaz. Gracias a un acuerdo con Pago Fácil, una asociada que se presente con su DNI a cualquiera de los locales de esta red de cobro abonará 10 pesos y así podrá acceder al servicio médico de urgencia, visitas domiciliarias, emergencias odontológicas, recambio de cristales de los anteojos o seguro de sepelio o de vida –de entre 1200 y 2400 pesos, según edad y causa de la muerte– y, por qué no, asesoramiento jurídico acerca de cómo resolver un conflicto o tramitar una pensión jubilatoria.
Las ventajas de reemplazar la tarjeta de crédito por este método de recaudación surgen nítidas, ya que la empresa cobradora, mayoritariamente del Grupo Macri, retiene sólo 1 peso por cada cobranza contra los aproximadamente 7 que sumaba el plástico del Ciudad, lo que permite abaratar la cuota. Los 9 pesos restantes van a la Liga que, en función de la cantidad de aportantes, transferirá una parte a la aseguradora La República y la Internacional Assistense. El proyecto en danza también incluye un acuerdo con un importante grupo de comunicación al que se asociará en una especie de joint venture: a cambio de la publicidad para atraer nuevas afiliadas o convencer a las actuales de que paguen, ese medio retendrá algo del dinero.
Tedes asegura que para la entidad queda sólo “un pequeño margen” de la recaudación. Claro que, si la inminente campaña promocional es sólo medianamente exitosa, aquella promete ser millonaria y la porción que quede en la caja de la Liga, muy generosa. Por su carácter de entidad sin fines de lucro, ésta tiene la ventaja adicional de no tributar ningún impuesto, con lo que el ingreso que finalmente obtenga no sufrirá ninguna mengua por este concepto.
Aún así, Lita y sus adláteres aseguran no estar interesados en el vil metal. Más bien, proclaman desvelarse por el bienestar de miles de abnegadas amas de casa que no disponen, siquiera, de los beneficios de una obra social digna o una vivienda propia. Porque la Liga, además de organizar un comedor comunitario en Berazategui o haber comprado un localpara veteranos de Malvinas, también ostenta el carácter de “promotora de vivienda”. En este rol, administra como intermediaria el dinero que algunos municipios o el Instituto Provincial de la Vivienda de la provincia de Buenos Aires destinan a este fin.
En sus cuarenta y seis años de vida, la entidad recibió subvención estatal expresa una sola vez. Fue cuando Domingo Cavallo, como ministro de Economía de Carlos Menem, subsidió a varias entidades de consumidor para que éstas ayuden a controlar los precios con campañas contra el acaparamiento de productos y en pro de la disciplina compradora. Pero en época de estrechez fiscal, no puede ni soñarse con un subsidio. Por eso Lita y su Liga saldrán al mercado a la caza de fondos.

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