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El ente acusa a Aguas Argentinas de manejarse con “imprevisión”

Para el presidente del Etoss, el corte mostró la “vulnerabilidad energética” de la planta. “Están acostumbrados a no cumplir con lo que se habían comprometido”, dijo.

 Por Pedro Lipcovich

“El corte registrado el domingo demostró que la planta potabilizadora de Aguas Argentinas padece una vulnerabilidad energética”, sostuvo Carlos Vilas, director del Etoss, el organismo fiscalizador estatal. El Etoss abrió un “proceso sancionatorio” a Aguas Argentinas “por imprevisión”, que se suma al que ya está en curso por el corte del 3 de septiembre. De todos modos, el propio director del organismo reconoció que “las multas aplicables son poco significativas en relación con los perjuicios que estas situaciones producen”, además de que “la empresa especula con no pagarlas”. Respecto del último episodio, el director del Etoss estimó que “Aguas Argentinas carece de mecanismo de seguridad para minimizar desperfectos: como si, cuando en una casa se quema una plancha, todo el barrio quedara a oscuras”.
El directorio del Etoss (Ente Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios) anunció su decisión de “abrir el proceso sancionatorio a la empresa Aguas Argentinas SA por imprevisión en la crisis que produjo la interrupción del servicio de agua el domingo último, a consecuencia de una falla del sistema eléctrico en la Planta Potabilizadora San Martín”. El organismo puntualizó que la medida “fue adoptada después de haber evaluado el informe que remitió la concesionaria y el informe presentado por las áreas técnicas del Ente que estuvieron presentes en la Planta Potabilizadora”.
“Así como el corte de agua del 3 de septiembre demostró que la planta potabilizadora de Palermo presenta vulnerabilidad hídrica, el del domingo pasado demostró que padece una vulnerabilidad energética”, sintetizó Carlos Vilas, director del Etoss por designación del gobierno nacional (el directorio de este Ente Tripartito integra la provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma y la Nación).
Vilas afirmó que “Aguas Argentinas carece de un mecanismo de seguridad que permita aislar un desperfecto como el que sucedió y así evitar una caída en cadena: es como si, cuando en una casa una plancha entra en cortocircuito, se quedara todo el barrio a oscuras”. Además, “la prestadora no tiene un sistema de generación de energía eléctrica de emergencia, ni tampoco un mecanismo de by-pass, accesible con la actual tecnología, para aislar los equipos que queden fuera de servicio de modo que el resto pueda seguir funcionando”.
Otra crítica formulada por Vilas es que “Aguas Argentinas puso en funcionamiento el Comité de Crisis recién a las 8 de la mañana, siendo que la falla en el suministro eléctrico se había registrado a las 6.10: reunieron el Comité cuando el problema ya estaba en vías de solución, y esperaron hasta las 8.30 para efectuar la comunicación al Etoss”.
Además, según el funcionario, “el suministro de agua se puso en riesgo porque los piletones de reserva alcanzan sólo para dos horas de provisión, sin que la empresa se haya preocupado por agregar más piletones”. Vilas estimó que “después de más de diez años de concesión, la empresa debería saber muy bien cuáles son los puntos de riesgo energético más notorios y tendría que haber actuado para reducir esos riesgos”.
Vilas también se refirió al corte de suministro que tuvo lugar el 3 de septiembre, respecto del cual señaló que “el problema, que consistía en eliminar el olor y la turbiedad, se podría haber solucionado si la empresa hubiera contado con carbón activado: el mismo que se utiliza en esos filtros de agua cilíndricos domiciliarios; ellos aducen que el costo de la cantidad necesaria de carbón activado hubiera sido excesivo pero, según nuestros cálculos, no habría superado los 250 mil pesos”.
En cuanto al “proceso sancionatorio” abierto ayer, Vilas no abriga muchas esperanzas: “Las multas que el marco regulatorio establece no guardan proporción con el perjuicio que estas situaciones producen. A una interrupción como la de ayer le correspondería, a lo sumo, una sanción de 600 o 700 mil pesos, y probablemente no se llegue a esa cifra. Además, laempresa especula con que nunca va a pagar: hasta ahora sólo pagó el 42 por ciento de las multas que le hemos impuesto”.
Así las cosas, la probable nueva sanción actuaría “como un precedente más en una empresa que ya acumula muchos incumplimientos: hace un mes enviamos a la Unidad Renegociadora de Contratos de Obras y Servicios Públicos (UniRen) un informe –que Página/12 reveló en exclusiva el 13 de septiembre– donde consta la lista completa, en una empresa que tiene todo un historial de incumplimientos severos, consentidos por el Estado, en materia de mantenimiento e inversiones”.
“Ellos se acostumbraron a no cumplir aquello con lo que se habían comprometido, y a que el Estado los perdonara a cambio de compromisos mayores, que tampoco cumplieron. Estos sucesivos compromisos se sustentaron a su vez en aumentos de tarifas que sí se cumplieron, siempre. Y hay que reconocer que, históricamente, muchas veces el Etoss miró para otro lado”, señaló el actual director del organismo.

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Según el Etoss, la empresa carece de un mecanismo de seguridad que permita aislar
un desperfecto.
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