ECONOMíA › LAS SUBAS EN LA HACIENDA Y EL GASOIL AGITAN UN FANTASMA

La presión contra los mostradores

Con un dólar estable, ahora son las materias primas las que presionan sobre los precios de consumo. Denuncian escasez de gasoil.

 Por Raúl Dellatorre

La nueva suba en el precio internacional del petróleo volvió a meter presión ayer sobre los costos del transporte. La petrolera Shell reaccionó rápidamente y resolvió el segundo aumento de sus naftas y gasoil en menos de una semana. También registró un nuevo salto el precio de la hacienda, que en poco más de una semana acumula un incremento del 42 por ciento en Liniers, sólo parcialmente reflejado en los precios de la carne en mostrador hasta ahora. En una reunión convocada de urgencia, ayer en Casa de Gobierno se buscaban alternativas para frenar, por un lado, el impacto del aumento de los combustibles sobre el transporte, y por otro, resolver problemas de desabastecimiento de gasoil denunciados en el interior del país.
La escalada del conflicto en Medio Oriente tuvo su correlato en el mercado petrolero. Irak amenazó con cortar su suministro a Occidente, y el reflejo inmediato fue una suba especulativa del precio, que llevó el barril a su nivel más alto en más de siete meses (por arriba de los 28 dólares). Mala noticia para Argentina, que pese a ser un país productor con excedentes exportables, le paga a las empresas que lo extraen (locales o internacionales) el valor internacional y a un dólar fuertemente revaluado con respecto al peso a partir de enero.
La única concesión hecha hasta ahora por las comercializadoras de combustibles (las tres principales tienen refinería en el país, pero mientras que Repsol produce el crudo, Shell y Esso lo importan o compran a terceros localmente) al gobierno fue cuotificar el traslado al surtidor de la suba del crudo. Pero los sucesivos aumentos ya acumulan una proporción cercana al 20 por ciento en algunos productos. Particularmente el gasoil es considerado un precio clave para la cadena de distribución de productos de consumo masivo, por su incidencia en el transporte. Con el ajuste de ayer, Shell llevó el gasoil a 76,9 centavos por litro (aumento de cuatro centavos, o 6,3 por ciento).
Por otra parte, dirigentes de Coninagro denunciaron la escasez del combustible en varias localidades rurales, que atribuyeron a “maniobras especulativas orquestadas por las empresas petroleras”. Mario Raiteri, presidente de la entidad, reclamó “la urgente intervención del Estado” para garantizar el aprovisionamiento del combustible y permitir la realización de las tareas en plena cosecha gruesa. En tanto, aunque ayer reanudaron el servicio nocturno, los autotransportistas de pasajeros reiteraron sus quejas por un abastecimiento insuficiente de parte de las comercializadoras de combustible. También hubo reclamos de expendedores de Santa Rosa (La Pampa) y Córdoba, que obligó a varias bocas de venta a racionar las entregas. En esta última provincia, la Federación de Expendedores pidió la aplicación de la Ley de Abastecimiento a las petroleras.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, convocó ayer a la Casa de Gobierno a los secretarios de Energía, de Transporte y de Defensa de la Competencia. El tema de los precios y el abastecimiento del gasoil sigue siendo un problema sin solución para el gobierno, mientras vuelan las acusaciones cruzadas entre distintas secretarias. A Alieto Guadagni, titular de Energía, prácticamente se le desconoce acción alguna en casi dos meses que lleva en el cargo. El titular de Transporte, López del Punta, es quien soporta la presión de los transportistas de pasajeros y de carga, sin capacidad de dar respuesta al problema ni conseguir colaboración del área de Energía. El último fin de semana tuvo que aguantar en forma pasiva el mal trago de cinco días sin servicio nocturno para el autotransporte urbano. Pablo Challú, de Defensa de la Competencia, hasta ahora había logrado ponerse al margen del problema, pero deberá tomar cartas en el asunto en la medida que se va verificando la existencia de un conflicto de desabastecimiento. En tanto, el precio de la hacienda volvió a mostrar un comportamiento alcista, del orden del 10 al 13 por ciento según las categorías. El comercio minorista, incluso a nivel de hipermercados, empezó a registrar en los últimos dos días la escasez de productos cárneos, unos por falta de existencia y otros por retención de la mercadería, en prevención de nuevos aumentos.

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La suba en los combustibles y la hacienda amenaza llegar en los próximos días a los precios al público.
 
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