ECONOMíA

Estados Unidos sube la tasa y en la Argentina sacan cuenta del efecto

La suba de un cuarto de punto en la tasa de referencia de la Reserva Federal podría tener un costo anual de 115 millones de dólares, por la porción de la deuda pactada a tasa variable. Se esperan más ajustes.

 Por Claudio Zlotnik

La historia que comenzó hace un año escribió ayer un nuevo capítulo: fue la novena vez desde junio de 2004 que Estados Unidos aumentó la tasa de interés de corto plazo. La suba fue del 3,0 al 3,25 por ciento anual. La medida tiene dos impactos sobre la Argentina, uno directo: la financiación de la deuda se incrementó en unos 115 millones de dólares anuales. El otro efecto es indirecto ya que sólo repercutiría en caso de que la Argentina buscara financiamiento en los mercados internacionales.
La decisión de la Reserva Federal (banca central estadounidense) era esperada por los financistas y por ese motivo no tuvo mayor impacto en los mercados. En el comunicado difundido por el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal se reiteró que continuará con los movimientos “moderados y graduales” para contener la inflación.
Este tono mesurado les quita dramatismo a los ajustes de la FED. Justamente, Greenspan se muestra así para evitar cimbronazos en los mercados financieros. El consenso en Wall Street es que el presidente de la FED subirá la tasa una o dos veces más antes de fin de año y allí se detendría el proceso alcista. Hasta hace un par de meses, los operadores creían que los retoques seguirían durante el próximo año. La clave es que la economía estadounidense está creciendo más que Europa y sin mostrar tensiones inflacionarias importantes. Quedaría así descartado un escenario internacional complicado a nivel financiero, como durante la década del 80 o después del Tequila, cuando la tasa en Estados Unidos registró un fuerte repunte.
Si fuera así, la Argentina resultaría beneficiada. Si bien la reestructuración de la deuda permitió que la mayor parte de los pasivos estén a tasa fija, quedó un 30 por ciento que ajusta con las tasas internacionales. Algunas series de Boden –la más importante es la que vence en el año 2012– están atadas a Libor, la tasa interbancaria londinense. Como también es de corto plazo, existe una correlación directa con la evolución de su par estadounidense. Por cada punto de suba de la tasa internacional, la deuda argentina aumenta alrededor de 450 millones de dólares.
La suba de la tasa también encarecería el acceso al crédito en el mercado internacional. Sin embargo, como hasta ahora la suba de la tasa de corto plazo no afectó a la de largo, aquel postulado no se daría en la práctica. Como los operadores de Wall Street creen que la inflación estadounidense está bajo control, la tasa de los bonos a 10 años se encuentra casi a la misma par que la de los de corto alcance: 3,93 por ciento anual. Esto significa que si el Gobierno buscara fondos en la plaza financiera internacional no sufriría un impacto negativo tras el nuevo retoque de Greenspan.
Sin embargo, por ahora en Economía no piensan en grandes operaciones financieras. A lo sumo Roberto Lavagna podría concretar alguna colocación para cubrir puntualmente algún bache financiero, en medio de la negociación con el Fondo. Desde el Palacio de Hacienda descartan cualquier operación “agresiva” a nivel internacional. Como Greenspan, también el ministro busca mostrarse moderado.

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Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. Subas “moderadas y graduales”.
 
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