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Desde San Pablo

“Yo nunca dije que había que modificar el tipo de cambio”, afirmó Juan Carlos Lascurain durante el diálogo que mantuvo con Página/12 en la capital del estado industrial más importante de Brasil. Sin embargo, los industriales sostienen en conversaciones reservadas que desean un dólar más caro. La cuestión es que “no es el momento” apropiado para plantearlo, dicen dirigentes de la Unión Industrial Argentina. A tono con su empatía oficialista, el empresario metalúrgico también defiende las retenciones como una buena herramienta y la relación con Brasil.

–¿Qué resultó del encuentro con la Fiesp?

–Coincidimos en que hay un escenario internacional importante para la región. Independientemente del impacto que tenga la crisis de los Estados Unidos, el crecimiento de otros países nos da la chance de hacer negocios conjuntos.

–¿China es una posibilidad o un enemigo común?

–Es un capítulo de la relación bilateral. Pero la cuestión no es ver a China preocupándonos por lo que se importa, sino viendo cómo le vendemos.

–¿La diferencia cambiaria entre Argentina y Brasil no dificulta pensar una estrategia de producción común?

–Ellos tienen una valorización importante del real que en algún escenario puede jugar en contra. Hablamos sobre eso. Pero también tienen algunas ventajas como la del financiamiento barato. Tienen su banco de desarrollo que los alimenta con crédito a largo plazo. Nosotros no lo tenemos, salvo por esta línea que anunció el Nación. Pero es seguro que el Gobierno va a tomar una medida en ese sentido. Es necesario para que se realicen las inversiones y aumentar la oferta para atender el mercado interno.

–¿Sigue pensando que la falta de inversiones es la causa de la inflación?

–Hay muchas causas. En algunos casos es porque se genera un cuello de botella porque la oferta no alcanza a atender la demanda. Depende del sector.

–¿Cree, como dijo hace un tiempo, que es necesario flexibilizar los controles de precio?

–En algunos casos se flexibilizó. A otros precios se los sigue más de cerca.

–¿Las retenciones sirven para limitar las subas de productos básicos?

–Sí. Las retenciones son una buena herramienta en ese sentido.

–¿Cuál es el techo admisible de ajuste salarial?

–Como pauta global pensamos en un aumento del 12 por ciento y luego un incremento por productividad del 3 o 4 por ciento.

–¿Qué pasa si hay aumentos salariales por encima de esa pauta?

–Depende de cada sector. Incluso en el propio sector metalúrgico algunos están con problemas serios, otros tienen dificultades de competitividad a pesar de la demanda. En este rubro todavía estamos muy lejos de llegar a un acuerdo por salarios.

–¿Cree conveniente modificar el tipo de cambio, encarecer el dólar?

–No. Este momento requiere mucha prudencia con las variables que hay que tocar en la economía.