EL MUNDO › EL PRESIDENTE DE SUDáFRICA DIO LA CARA; VAN 50 MUERTOS

Mbeki se avergonzó de la violencia

 Por Ian Evans *

Desde Ciudad del Cabo

El presidente Thabo Mbeki reconoció que Sudáfrica está escandalizada por la ola de ataques xenofóbos que anoche convulsionarion ese país. Ante las intensas críticas que recibió por el mal manejo del conflicto, Mbeki dijo en televisión que los sudafricanos estaban avergonzados y recordó a los ciudadanos que la economía de su país funciona gracias a los inmigrantes provenientes de Africa.

Las declaraciones se produjeron en una jornada en que la policía elevó la tasa oficial de muertos desde el comienzo de la violencia de 43 a 50 personas. Las fuerzas de seguridad informaron que 35.000 personas abandonaron sus hogares por la noche desde que dos semanas atrás grupos armados en asentamientos de los principales centros urbanos de Johannesburgo, Durban y Ciudad del Cabo, empezaron a asesinar, violar, golpear, acuchillar y quemar vivos a ciudadanos de otros países africanos.

Mientras la violencia crecía, Mbeki se fue a Tanzania a una reunión de la Unión Africana y esperó hasta el miércoles para recién ordenar que el ejército ayudara a la policía. El mandatario se ganó críticas por no comprender que la agresión en parte fue alimentada por la falta de vivienda y trabajos adecuados para los más pobres de Sudáfrica. “En medio de la crisis, seguramente la más grave, oscura y repulsiva en la vida de nuestra joven nación, Mbeki demostró que perdió el corazón necesario para ser un líder”, señaló el diario sudafricano Sunday Times en su tapa.

Por su parte, Moeltsi Mbeki, del Instituto Sudafricano de Relaciones Exteriores y hermano de Thabo Mbeki, dijo que el gobierno perdió credibilidad. “Una declaración fuerte de alguien que tiene una autoridad tan débil no convencerá a la gente. Esta crisis es resultado de su errónea política exterior contra Zimbabwe y no quieren admitirlo”, dijo.

Hasta ahora Johannesburgo cargó con la peor parte del conflicto y la mayoría de los muertos, pero siete de nueve provincias de Sudáfrica también reportaron ataques contra inmigrantes. Miles de refugiados y extranjeros de Mozambique, Zimbabwe, Malawi y otros países están escapando de Sudáfrica desde las terminales de autobuses y trenes. Pero incluso en esos sitios, la policía debe protegerlos de las bandas armadas con hachas y cuchillos. El gobierno de Mozambique declaró el estado de emergencia luego de que informara ayer que 20.000 personas de esa nacionalidad abandonaron el infierno sudafricano recorriendo el camino inverso al que tuvo en sus comienzos la inmigración.

* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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