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La hora de recompensar a los que dieron su apoyo

Lula prometió ayer a los 13 partidos que lo apoyaron que estarán representados en su futuro gobierno, en un intento de compensar la fragilidad de las fuerzas del PT en las dos cámaras del Congreso. Los analistas de mercados ya empiezan a presionar y dicen que la luna de miel no será eterna.

El presidente electo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva acudió ayer a las fuerzas que apoyaron al Partido de los Trabajadores (PT) en su triunfo del domingo, en la transición hacia el primero de enero del 2003; se reunió con el conservador Partido Liberal (PL), del que forma parte el vicepresidente electo y empresario José Alencar y el Partido Comunista de Brasil (PCdoB), además los que le dieron su voto en el ballottage tras quedar fuera de la contienda: el Partido Socialista Brasileño (PSB), de Anthony Garotinho, y el Partido Popular Socialista (PPS), del centroizquierdista Ciro Gomes por el Frente Laborista. El vocero del PT, André Singer, explicó que Lula contactará al resto de los partidos del país, para buscar “un diálogo amplio”. A todo esto, siguió la calma en las finanzas, pese a que algunos agentes pronostican el fin de la “luna de miel”. El indicador Bovespa de la Bolsa de San Pablo cerró con una baja marginal de 0,27 por ciento y el real se apreció por tercer día consecutivo, negociándose a 3,60 por dólar.
En la reunión de ayer participaron 29 representantes de 13 partidos que debatieron la creación de un consejo político de la transición. El PT, a pesar de ser la primera fuerza en la Cámara de Diputados y la tercera en el Senado, cuenta con sólo 91 de los 513 diputados y 14 de los 81 senadores. Con sus aliados, Lula debería alcanzar el apoyo de 218 diputados y 30 senadores. En los 27 estados brasileños, el PT venció en apenas tres, ninguno de ellos clave, por lo que le urge la suma de apoyos no sólo para definir la base de sustento de su gestión, sino también para negociar algunos proyectos en el Congreso antes de asumir su mandato. El encuentro de ayer en San Pablo fue el primero de una serie que sostendrá el futuro presidente. Al parecer, la reunión se hizo para evitar que los partidos aliados comenzaran a reivindicar cargos en el equipo de transición y en este sentido Lula se apresuró a aclarar que todos los partidos que lo apoyaron estarán representados en su gobierno. El coordinador petista de éste, Antonio Palocci, es considerado uno de los principales portavoces de la política económica más moderada en la historia de PT, que lleva 22 años. El equipo será formado por 50 técnicos, encargados de los contactos entre el futuro gobierno y la administración saliente de Fernando Henrique Cardoso. El PT se niega a adelantar los nombres de su equipo económico, que anunciará días antes de la toma de posesión. Los agentes financieros han insistido en que la “luna de miel” que los mercados viven por estos días no será eterna. Durante toda la campaña de Lula y a propósito de su ventaja con su rival socialdemócrata José Serra en segundo turno, se repitió hasta el hartazgo que las oscilaciones de los mercados financieros se debían a la desconfianza y el recelo sobre su triunfo. Los mercados, que se estremecieron desde que las encuestas comenzaron a perfilarlo en mayo como vencedor, vienen respondiendo con alzas en la Bolsa de San Pablo y subas del dólar, aunque esto parece haber llegado a un techo.
“Lo difícil empieza ahora”, admitió Lula, que emprenderá cruciales negociaciones sobre el programa económico acordado con el FMI y para modificar el presupuesto federal del año próximo que le deja poco margen para sus planes sociales. Lula recibirá a un Brasil acosado por una deuda de casi 250.000 millones de dólares, una moneda devaluada en un 40 por ciento y una tasa de crecimiento de 1,4 por ciento, insuficiente como para dar empleo a 12 millones de desocupados y mitigar la pobreza de 54 millones de brasileños, más de un tercio de la población total. También ayer, el líder petista aceptó la oferta del astro futbolístico Ronaldo, jugador del Real Madrid, de ayudarlo en sus proyectos de combate al hambre en Brasil.
Por otra parte, unos 3000 trabajadores metalúrgicos brasileños ayer fueron movilizados por la Fuerza Sindical (FS) –la central obrera tradicionalmente enfrentada a la CUT, que responde al PT– y se manifestaron ante la sede de la Federación de Industrias de San Pablo. para exigir mejoras salariales, y rechazar la propuesta de las patronales.Fuerza Sindical informó que 100.000 metalúrgicos declararon un paro de 24 horas para forzar un aumento salarial del 15 por ciento.

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Lula admitió ayer que “lo difícil empieza ahora”.
 
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